No... No lo soporto, y si logro soportarlo, sé que después de un breve y vago sufrir, voy a agonizar por más.
Dolor... ¡Ah! ¿Cómo?
Soy detestable... Pequeña cucaracha que simula ser una gran bicho frente a otros y se retuerce en la oscuridad mientras sus venas son carcomidas por el rencor, el remordimiento... ¡odio!
Qué eres, tú, acaso... Un ser superior en el que nunca he creído y que viene a atormentarme por mi rebeldia.
Qué eres, será que te diviertes viéndome desde tu lecho divino sufrir, y detalladamente guardas en tus recuerdos cómo yo mutilo cada parte de mi cuerpo con el simple pensamiento...
Pensar en ti, es como pensar en lo inalcanzable.. No; es pensar en algo que tuviste. Que deseaste. Que abandonaste. Y que intentas olvidar.
No puedo lograr matarte y desmembrarte poco a poco, dejar tu sangre correr por mis labios y verterla luego en un recipiente, y guardarla como recuerdo para días de sol y de sed.
No puedo lograr mutilarte, separar tus miembros inhertes, ahora, uno por uno, ¡causándote el mínimo placer! Partiéndote en pedacitos y comiéndome tu esencia... Todo para siempre tener presente cómo la carne rige nuestras acciones, como la carne es débil, pero como el ego y el orgullo opacan su fuerza en cuanto se les deja despertar.
Sólo kiero agradecerte por este momento de pasión. El odio ahora vive dentro de mi,
y se fusiona con mi ser, con mi organismo y con las yemas de los dedos refleja su control. Y en este teclado, dicta tu última sentencia.-------
¡Muere! Muere. No me importa.
Si me dejas matarte, será mejor. Prometo hacerlo lento y doloroso, para que nunca olvides, aún siendo espíritu sin relleno, sin carne, completamente etéreo, cómo yo me vengué de tus atrocidades, y cómo ciega, ciega por el dolor, el odio... el sufrimiento, creí que matar a lo único que añoraba y que me importaba era la respuesta.
Ya, en un plano superior, podrás ver cómo yo corto mi piel... Cómo el cuchillo me va perforando, se humedece en el líquido rojo y oxidado por la falta de oxigenación. Mi corazón ya no sirve, NO SERVIA desde hace mucho...
Mi cerebro deja de odiarte, pero en mi escencia queda tu imagen grabada, y mi odio se disipa.
Ahora yo podría acompañarte... pero me he dado cuenta de que valgo máa que eso. Tal vez, por un momento, creiste que me arrepentiría, pero he evolucionado, y siendo superior a ti, y a todo ser viviente, dejaré que te ahogues en tu agonía, y que recuerdes cómo todo lo bueno que tenías, te lo arrebaté.
Cómo yo te destruí.
Te alejé de todo lo que querías, y de cómo yo no me arrepiento, y tú,
te lamentas por haber subestimado la fuerza de una diosa. |