Así como todos los grandes empresarios del mundo,
dios es el gerente ejecutivo
de su multimillonaria fábrica de milagros.
Y como todo negociante idóneo,
no podría él haberlo sido, sin saber que evitando
insignificantes donaciones, descuentos y propagandas,
su corporación llegaría a ser un día,
una de las más poderosas
y exorbitantes del universo.
Texto agregado el 05-04-2006, y leído por 139
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Lectores Opinan
21-04-2006
JAJAJAJAJAJAJAJA. Tons los ateos donde quedan? Serían la competencia o los micro-empresarios? karinmijangos