Muchas veces me he preguntado por qué diablos decidí ser poeta, bien pude haber sido bombero, doctor, ingeniero...en fin, cualquier otra cosa. Pero no, decidí que lo mío era buscar la inspiración en donde fuera que esta estuviera escondida; en las rocas, en el asfalto interminable de esta ciudad, en los bares del centro histórico...etc. No sé si exista algún otro niño a lo largo de la historia que al preguntarle sus padres que cosa será cuando crezca él diga: poeta. Lo dudo, pero no lo descarto. La reacción de mi madre fue estupenda, en su frente leí perfectamente lo que en ese momento pensó: Sí hijito, como no... De la reacción de mi padre, no puedo decir mucho, qizá porque el prefirió aplicar conmigo ese método tan práctico de darle por su lado a alguien. Es decir se hizo pato.

Cualquiera que guste del cine o de leer novelas pensará que ser poeta es sencillo. Nada más irreal. El poeta, al menos el de las películas, siempre es el tipo de gabardina, de cigarros de cafés y de bares, el tipo que sin mayor esfuerzo consigue enamorar a cuanta mujer se le pone enfrente. Pero eso es tan solo un sueño. El poeta en la vida real no gana para andar de gabardina, cuando tiene fuma, y casi siempre bebe café en las tiendas de conveniencia -¡Benditos Oxxo y Seven Eleven!-, va a los bares escasas veces, al menos yo cuando es quincena.

pero esto no es lo peor. Cuando hay que anunciarse o presentarse ante cierta gente, si dices que de profesión eres poeta, más de uno con trabajo se aguantará la carcajada. Y quizá tengan razón, no hay una escuela que imparta la carrera de poeta. Pero si tu dices que no la hay porque para ser poeta hay que nacer poeta y tener don, te dicen que eres un ególatra y presumido. Vamos yo no sé por qué lo ven así, parece que ya no recuerdan a Virgilio y a tantos y tantos poetas griegos.

Lo mejor de la poesía es que como ésta no te da para vivir, nadie te limita, puedes trabajar en plena y absoluta libertad. Lo malo es que aún no me acostumbro a no comer.

Pero hoy puedo decir que soy poeta y moriré poeta. No importa que mi cartera esté de manera permanente en austeridad repúblicana.

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