Me despido...

Pa mi LA VIDA es el arte del ENCUENTRO, y entre encuentro y encuentro existe el DESENCUENTRO, tan importante que me viene a la memoria el famoso tango, uno de mis preferidos.

Desde que camino por este mundo cuentero he encontrado artistas fascinantes, de quienes me he nutrido, con quienes he reido, emocionado y hasta llorado. A ellos mi primer abrazo y Gracias.

De algún encuentro también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir "basta" al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Y por eso hoy dije "basta" de escribir...

Me he transformado desde hace un tiempo en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la frívola locura de Miami al misterio que fluye de las aguas de Venezia.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantaneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.
En una soleada tarde de mayo, en medio de las colinas Vicentinas, una rubia de cabello corto y manos astutas me trajo a éste sitio. y Una fria noche de invierno, a metros de la mirada atenta del obelisco traje a una riquisima morocha de ojitos chispiantes y acento mexicano. Por esto, por quien me trajo y por a quien traje siento cumplida mi misión en Loscuentos.net

Vivo de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 39 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.
Por eso ayer me decidí, después de casi un año, a volver a pintar y así fué como casi sin darme cuenta caminando por las callesitas de Buenos Aires, que tienen ese... "que se yo, viste", estaba comprando telas, acrilicos y pinceles, no muchos por razones de presupuesto, pero los necesarios para sentirme con el tanke lleno del mas puro combustible.
Y bueno ya encontraré una pagina donde exponer mis obras y disfrutar de obras de otros.

He aprendido, gracias a Uds. amigos cuenteros, que muchos escriben contrariamente a lo que piensan, o a lo que dicen, o a lo que sienten. En cambio cuando uno pinta nunca puede evadirse de si mismo y verdaderamente prefiero la segunda opción, aunque mi alma tanguera no me permitirá dejar de entrar a leer a mis preferidos...

Espero que nada los distraiga y que sigan inventando o relatando, ocultandose o dejandose espiar. Recuerden que todavía no hemos gozao la más grande alegría ni hemos sufrio el más grande dolor y que debemos estar atentos a vivir el presente porque en él viviremos el resto de nuestras vidas.

Eternamente agradecido a quienes perdieron su tiempo al leerme y hasta me comentaron, a quienes me enviaron mensajes privados y a los otros.

Hasta la victoria siempre!!!