Habían pasado ya 9 años desde que me desvanecí voluntariamente. Despertando de mi irrealidad, noté a mí alrededor un cuerpo extraño mirándome desde el otro lado del espejo. La barba crecida, los tobillos delgados como si fuesen de una muñeca, mis piernas postradas junto a docenas de discos de jazz montados unos sobre otros en el piso; y yo. Me pregunté cómo pude estar así durante tantos años, perdiéndome tantas cosas. Los platos de comida junto a mi cama llenándose de hormigas, mis cosas cubiertas por el polvo… Mierda, ¿qué día es hoy?... Me puse de pie como pude entre la pila de papeles y caminé hasta la puerta de mi cuarto. Vi hacia atrás mi antigua y desordenada vida, decidido a cambiar completamente, tener un orden, volver a la Universidad, sacar mi carrera, tener amigos, tener sencillamente todo aquello a lo que voluntariamente renuncié. Abrí la puerta; los muebles de mi casa ya no estaban… era obvio, nadie, siquiera mi familia, podría esperar a alguien durante tanto tiempo a que se pusiera de pie…
[ Texto y palabras dedicadas... Ya dejé de perder el tiempo, ella aún no lo ha hecho, espero algún día lo entienda... hablo de tí, eres parte de mi familia, pero ya no podemos esperarte más si no quieres estar de pie... ] |