Diciembre.
La imagen comienza con una fogata, ¿la logran ver?, es una hermosa fogata con un fuego que calienta las manos, alrededor hay tres niños, escuchando historias de su tío, el mas viejo de los tres hermanos, el mas paciente y mas amoroso.
Uno de los niños preguntó:
Oye Tío, ¿que se siente estar enamorado?-pregunto la niña mas grande, con aires de esperanza e ilusión
Pequeña Belem, no sabría como explicártelo, podría contarte una historia, ¿te parece?.
Claro, por que no- respondió la pequeña.
Bueno, bueno, ahí va.
Había una pequeña preguntona como tu, hace mucho tiempo se preguntaba, lo mismo. Llego a su juventud y comenzó a ir a la escuela, a la secundaria, a sus quince años de edad conocía a un chico especial, tierno y compresivo, descubrió que no lo quería como a aquel amigo de la infancia, sabia que era especial, pero no sabia como identificar aquel sentimiento extraño, que hacia que sintiera un hoyo en el estomago, tan grande que podía caber en un agujero negro del espacio exterior.
Pasaban los días la jovencita, Julia lo quería cada vez mas, hasta que un día los dos descubrieron la chispa que los enamoro, un beso mágico, después de ese día, no podían estar separados mucho tiempo, necesitaban el uno del otro y tenían la conexión mas hermosa de este mundo.
El la quería mucho, pero supongo que nunca la amo lo suficiente como para saberla apreciar como se debía.
El tenia una gran inteligencia, ella era una gran bailarina de ballet, era sumamente artística y graciosa en sus movimientos.
Comenzaron a llevar vidas distintas casi no se veían pero esos pequeños obstáculos los superaron fácilmente, sin embargo, llego uno de los mas grandes obstáculos, no digo el mas grande por que este lo hubieran podido superar con un poco de constancia, en fin, se trata de la distancia.
Travis, así era el nombre del joven, se tenía que ir a estudiar en una escuela de Polonia, tenía una gran beca, por la emoción se cegó y no se dio cuenta de lo que dejo atrás, el gran amor de su vida.
El DIA de la despedida, Julia no podía parar de llorar, estaba inconsolable, pero aunque travis quisiera mucho a Julia, no se dio cuenta de que la podía perder en cualquier momento y entonces seria critico para su vida.
El se fue, y no volvió su cabeza atrás.
Ella le mandaba muchas cartas diciéndole que lo esperaría, que lo extrañaba que lo quería volver a ver que la visitara.
Estoy seguro de que lo considero alguna vez, pero no ponía mucha atención a sus letras, no podía ver mas allá, no podía darse cuenta que esas pocas letras estaban escritas con dolor y nostalgia.
Paso el tiempo, y los problemas no podían ser resueltos, Julia un día decidió que o podía seguir mas con su dolor y que el tiempo que lo había esperado había sido mucho, con ayuda del tiempo sanarían sus heridas que estaban abiertas desde que lo vio caminar hacia una dirección que no apuntaba ni incluía la vida de ella.
Julia noto que el no la quería de la misma manera que ella y así fue como un día todo termino.
Travis, no lo noto hasta ese día, que no se sentía cómodo en la cama que dormía, no podía estudiar, todo el tiempo pensaba en Julia, en sus manos en su cuerpo esbelto y bailarín, en su cabello, incluso pensaba y extrañaba sus corajes y cosas malas que ella tenia.
Travis, dejo de estudiar, y un día regreso a ver a Julia, por supuesto que a ella le dio mucho gusto verlo, pero no fue lo mismo, el nunca pudo olvidarla, pero no pudo estudiar, no pudo seguir, su manos se volvían torpes y solo pensaba en la manera de recuperarla, pero tenia miedo de ser rechazado, y nunca hizo nada.
O sea que ¿se quedo sin Julia y jamás volvió a verla?- presunto a niña mas grande Belem
Así es Belem, nunca la volvió a ver por que se fue a estudiar a Viena, en una escuela de baile clásico y ahora ella es una gran triunfadora, y el es un viejo tonto que se sienta en las tardes a ver el reloj y ver las horas pasar.
Ay Tío, no crees que ella todavía lo ame-Pregunto Robbie
Mmmm… no lo creo, no creo que se acuerde de aquel viejo amor de la adolescencia-dijo el viejo con una lagrima rodando de su mejilla, continuo..
El viejo todas las mañanas despierta con un olor a abandono, y se duerme con la esperanza de olvidarla, pero aun a estas fechas la recuerda como siempre.
Después de hacer una breve pausa continúo y dijo:
Bueno niños, ya es hora de dormir, tienen que ir a la escuela mañana. Robbie, trae agua para apagar la fogata.
Belem, la niña mas grande se dio cuenta de que su tío era el de esa historia, aunque su tío le hubiera cambiado el nombre, sabia que su tío todavía amaba a aquella señora de la foto, la misma foto que besaba todas las noches.
Tío, se que tu eres el de la historia, pero que pasa, todavía estas a tiempo de hablarle, que tal si todavía te ama y estas perdiendo ese amor eterno mientras podrías ser feliz.
Pídele a Dios que sane tus heridas, que te reconforte y te de la esperanza de vivir pleno otra vez, y encuéntrala, estoy segura de que podrás ser feliz.
Belem, siempre tan astuta, y lista, lo intentare pequeña, eres mi sobrina favorita.
En la noche solo en su cuarto el Señor Felipe, oro a Dios y le pidió que consolara su corazón duro y pudiera curar la gran herida que se había hecho en su corazón, y que le diera una vida nueva, y un corazón nuevo. Esa noche durmió bien por fin.
Al otro día alguien toco la puerta con mucha insistencia, era una señora, que tuvo que entrar a la casa desesperada, parecía una señora importante ya que mucha gente la perseguía.
Belem la niña mas grande se dio cuenta de un par de cosas, la señora que había entrado, era la misma señora que estaba en la foto de su tío, Belem corrió a despertar a su tío Felipe y le presento a la señora que había llegado apenas.
La señora, que después nos dimos cuenta que no era una señora, si no una damisela, o sea Julia, no había llegado ahí por casualidad buscaba a su amor de la adolescencia, y al verlo tan solo lo abrazo.
El sorprendido y un poco avergonzado por que no estaba muy bien vestido para la ocasión, solo la veía asombrado, después, Belem se que quedo en la cocina no escucho mas, solo veía por la ventana, una gran escena que nuca se imagino, su tío sonreía como nunca, y la señora con un vestido ostentoso, recostada en su regazo, parecía haber estado este momento toda su vida.
Belem solo le pidió una ultima cosa a Dios, nunca renunciar a alguien que verdaderamente llegue a amar, pues se podría perder de muchas cosas como lo hizo su tío, pero aun así noto que valía la pena sufrir por esos bellos momentos como el que estaba viendo a través de la ventana de la cocina de su infancia en diciembre con la nieve cayendo obre sus rostros.
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