todo comenzo con la trompada de la una de la mañana,y se armo una gresca generalisada que finalizo cuando el sol amanesia. 
la boite estaba colmada de gente contusa 
como en un campo de batalla de la edad media. 
el motivo que origino la revuelta, señalo 
como los culpables, a los que estabamos 
demorados injustamente por la policia;  
por no portar documentecion alguna,  
ni forma de identificarse debidamente. 
ocurrio, a las pocos minutos de comensado 
el baile, un insidente menor, que luego  
se hizo como una bola inmanejable  
que decendia de la montaña.  
una pareja de recien casados, quedo  
distanciada merced a el cerco policial, 
que dividio la reunion en dos bandos diferentes;  
no obstante, lograron un perdon parcial  
por parte del jefe del operativo, que se apiadado por la condicion conyugal que lograron demostrar 
con argumentos y testigos. 
debo confesar que llevo conmigo a todas partes, 
con las puntas terminales de los cables unidas, 
un enchufe preparado para hacer volar los filamento de las llaves termicas  
(con el fin provocar un corte de luz en el momento  
que se me antoje) 
asi fue pues que la oscuridad se hizo en la noche, redundante, necesaria, por culpa del que escribe. 
odio tener que hacer estas cosas, pero  
debido a la violencia asecina, que se instalo 
en la sociedad ultimamente, me veo en la obligacion de comportarme, en ocasiones, 
como un rambo justiciero, que solamente 
desea que el bien, se instale definitivamente. 
al instante en que introduje el falso enchufe 
en el agujero, se corto la luz totalmente,  
y asi fue que aproveche la ocasion, 
para cumplimentar una fantasia que arrastro 
desde muchacho, y lance una trompada,  
con alma y vida, hacia el  policia que tenia  
mas proximo. senti que caia nocaut,  
desplomandose en el piso, como una  
bolsa de papas en la carboneria 
(debo de admitir que experimente un sentimiento importente de realisacion personal) pero la vida tiene vueltas, y muchas veces nos encontramos sosteniendo una idea, que en lo mejor de las formas se parece a una mentira piadosa. 
cientos de encendedores iluminaron el ambito 
tenuemente, y doscientos ojos por los menos tuvieron el acceso de ver, 
a la novia tirada en el piso boqueando sangre. 
hubiese preferido quedarme en casa ayer.   
no me siento orgulloso de esto. 
 
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