Amor, cuantos años he esperado porque vuelvas tu mirar a mi ser absorto y culpable de no complacer tus amplias exigencias.
Dime, ¿Qué necesitas ahora? ¿Acaso las experiencias vividas te han dejado un mal sabor de boca, tan fuerte, que te obliga a regresar a la dulzura de mis labios?
Si deseas estar junto a mi... ¡Déjala a ella! ¿Porqué sigues a su lado? Explícame bien, déjame entender, supongo que adoras estar sometido a sus cadenas que te atan y empujan a una vida esclavista y sin libertad.
¿Quieres amar, o morir en una cobardía disfrazada de amor? ¡Se hombre y déjala! Cuántas veces me has dicho que no eres feliz, piensa en nosotros y el amor que aún se puede rescatar a pesar del daño y tiempo perdido.
No sé que pensar de todo esto, es una rabia inmensa la que me produces cuando me imploras que regrese contigo, te bese, acaricie y te haga sentir lo de antes; pero... ¡Deja de jugar conmigo! Date cuenta que valgo mucho para estar tu juego.
Decídete y actúa, pero, conociendote bien... Sé que no harás nada, porque igual que siempre, SIGUES SIENDO UN COBARDE, y yo soy mucha mujer para ti, así que mejor déjame disfrutar tu vida agónica junto a esa mujer que dice amarte y realiza una tortura de tí, porque BIEN MERECIDO TE LO TIENES... ¡IMBECIL! |