Y una lágrima vino a mis ojos
Cuando tu recuerdo golpeo a mi puerta
Y no te encontró
Acompañando a mi desdicha.

Hay soles de días inéditos
esperando para entregarte
el calor de mis caricias,
pero huyes
buscando la sombra de lunas pasadas
dolores añejos que guardan en tus labios
la amargura de la hiel del desamor
abonas el natre en tu campo
donde quiero sembrar besos
y niegas a tu pecho el derecho obtenido
de amar con pasión renovada
de disfrutar el presente mutuo
de descubrir en nuestro silencio
la compañía cómplice
de nuestras tímidas miradas
durante un almuerzo insaboro
si de tu boca surge mi nombre
y una sonrisa aliña mi alma.