No quiero otro techo sobre mi cabeza que no sean las estrellas.
Algunas veces pienso en la luna, pero por engreída, estoy peleada con ella.
La noche me da dolor, el día me atormenta y el tiempo me mata;
y sueño con ser un ángel de esos que vuelan sin rumbo ni mapa.
Tengo ilusiones, pero las escondo muy bien
por más que el brillo de los ojos delaten, escondo más de cien.

Quiero que la luna haga las paces con el sol,
Equilibrio puro, imaginación total.
Así iluminen nuestra nostalgia y la conviertan en alegría.
Mezclando esencias día a día.
Quiero que el amor exista al doblar cada esquina,
Pero que no dañe como en el corazón mil espinas,
que esté cubierto de óleo y tiña nuestro cuerpo,
así no olvidaremos que existe y no está muerto.

Como un fénix renací de mis cenizas,
Descubrí que tenía alas y que vivía de risas.
Pero hay que hacerse el duro,
y por más que a veces sea rudo,
soñar es gratis y sonreír también...