... Y fue entonces, entre sueños, que aprecié claramente que la felicidad
estaba basada en la amistad y en el amor.
En una pequeña nave espacial flotaba entre estrellas y planetas de lejanas
galaxias. Me rodeaban luces que los humanos ni siquiera podrían imaginar,
así como oscuridades tan hondas que el alma y el cuerpo encontraban la
quietud del reposo absoluto. Escuchaba la música, que ni el hombre ni la
mujer nunca jamás han podido escuchar, y junto con ella, silencios...
silencios tan profundos que todo el cuerpo se estremecía de su soledad...
Envuelto en esta silenciosa música y dentro de la oscuridad de estos colores
estuve buscando una estrella, un planeta, un algo, un amigo.
Dentro de la nave, en la inmensidad del infinito, o tal vez en la grandeza
de la nada en que me encontraba, fui viendo lentamente un planeta que tenia
un no se qué de especial.
Me acerqué. Lo vi. Lo vi detenida y amorosamente, como quién fija sus ojos
en la persona amada. Es en estas ocasiones en que largo es el mirar, aunque
parezca corto. Pero en efecto, largo, muy largo es el mirar.
Hice descender la nave y súbitamente me encontré rodeado de montañas y
desiertos. Fue entonces en que, para sorpresa mía, una de las piedras me
preguntó -¿en qué consiste la amistad?¿qué es el amor?- Traté de explicarte
y me di cuenta que yo era muy limitado en mis palabras y experiencias. De
pronto sentí que tal vez algo podría aprender de la piedra, y con humildad
yo le pregunté: -¿y para ti, piedra, qué es la amistad, qué es el amor?- y
dijo así:-Durante miles de años estuve al lado de otra piedra, Juntas, todos
los días recibíamos el sol de la mañana... juntas, éramos chicoteadas por el
frío viento de la tarde... juntas sobre nosotras, caían las lluvias de la
noche.
La amistad consistía en estar juntas.... en compartir la experiencias.
Pero hubo un día un terremoto... y la tierra tembló... y el cerro se
sacudió... y yo me resbalé... y quedé separada de la piedra, amiga mía.
Desde entonces, estamos separadas como a 20 pasos de distancia.
¡Como quisiera poder caminar para estar junto a ella nuevamente!
Para mi, el amor consiste en verla a ella gozar del sol de la mañana (¡y
pensar que no puedo acercarme a ella!) para mi, el amor consiste en sufrir
al verla azotada por el viento de la tarde (¡y pensar que no puedo acercarme
a ella!) para mi, el amor consiste en sentir frío por ella al verla recibir
las gotas de la lluvia de la noche (¡y pensar que no puedo acercarme a
ella!)-
La piedra ya no dijo ni una palabra más.
Ese día, en un lejano planeta entendí algo sobre la amistad y el amor.... y
mi maestra había sido una simple piedra.
Entré en la nave en busca de otros planetas, recorriendo los cielos hasta
que llegué a uno que me pareció muy extraño. En él sólo había un río y una
planta junto a él, Le pregunté al agua del rió qué era el amor para él y me
dijo:-El amor consiste en ver desde lejos a esta planta y querer estar junto
a ella. Pero ocurre que después de tanto recorrer estoy con la planta sólo
un instante, porque tengo que seguir navegando hacia el océano inmenso.
Algún día me evaporaré, subiré a las nubes y caeré como gotas de lluvia a
este río y nuevamente podré soñar en estar con la planta, aunque sea sólo
por un instante.
Sí, el amor consiste en estar con la planta porque me gusta estar con ella y
además sé que ella me necesita.
Y fue así como esta vez aprendí algo más sobre el amor... mi maestro ahora
había sido el agua del río.
Proseguí mi viaje, entre estrellas y planetas, hasta llegar a un planeta
donde sólo encontré miles de aves... y les pregunté en qué consistía la
amistad y el amor.
Me dijeron:
- La amistad y el amor consisten en compartir las aventuras de los
vuelos... la amistad y el amor consisten en gozar juntas la vista de los
océanos inmensos.... la amistad y el amor consiste en recrearnos en las
cálidas arenas bañadas por el sol... pero sobre todo, la amistad y el amor
consisten en viajar miles de kilómetros, en cruzar océanos enteros... y todo
ello, sólo en busca del compañero que se fue. Y una vez junto a él, después
de meses de búsqueda, compartir con el las aventuras de los vuelos... la
vista de los océanos inmensos... el estar juntos en las cálidas arenas
bañadas por el sol... es decir, AMOR ES COMPARTIR LAS COSAS SIMPLES DE LA
VIDA-
Y las aves no dijeron ni una palabra más.
Nuevamente había aprendido algo más sobre el amor
Mis maestras fueron las avecillas del cielo... sí, las aves...si, el
rió...si, la simple piedra...si.
Regresé a la tierra.
Al ver a los seres humanos me acordé de los planetas... me acordé de las
estrellas... me acordé de la piedra... me acordé del río... me acordé de la
planta... me acordé de las aves...
Y vi la suerte que tenían los seres humanos.
La piedra estaba a sólo 20 pasos de la piedra amiga, cientos de años, y no
podía acercarse a ella.
El ser humano sí podía acercarse a la persona amada. Acercarse a ella, para
estar con ella, para estar junto a ella.
El agua del río podía estar sólo un instante con la planta que quería y
luego limitarse a soñar con ella miles de años par nuevamente tocarla de
nuevo.
El ser humano podía acercarse a la persona amada y quedar con ella por años,
compartiendo, siendo feliz, amando...
El ave tenía que volar miles de kilómetros en busca de la persona amada...
tenía que cruzar océanos enteros buscándola.
Luego fui despertado, y tome rápidamente un lápiz y un papel, para escribir
lo que ustedes están leyendo, luego fui corriendo a buscar una piedra, un
río, y una ave para preguntarles si todo esto había sólo sido un sueño... o
si lo estaban viviendo...
Fin. OJALA LES HAYAGUSTADO
Diego Valdivia
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