Ayer la tristeza
me invadió hasta la carne,
y hoy se cuela por mis ojos
resbalando líquida y avergonzada
Y es que ayer la tristeza
era de afuera, por los otros,
y hoy de dentro, por mi,
por mis líquidas lástimas
y mis apenadas benevolencias.
Texto agregado el 31-03-2006, y leído por 369
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Lectores Opinan
11-12-2006
A veces nos llega a nosostros tambien la nostalgia y las penas Ale, ánimo muchacha que luego llegará la alegría.
(Yo un melancolico dando aliento...)
Apoquindo