| Deja a un lado lo que hacesy mírame por un momento,
 regálame cinco minutos
 de tu precioso tiempo.
 
 Ya no puedo más,
 debo decirte ahora, no mañana,
 lo que hoy en mi pecho siento
 y me quema, poco a poco,
 con las brasas de un secreto.
 
 Sabes, ya no se puede ocultar
 un sentir que daña tanto.
 Te amo, pero no con el amor
 que se cultiva en los corazones
 de los tiempos modernos.
 
 Te amo como ayer,
 con la convicción de un caballero,
 con la fidelidad del Quijote,
 la pasión de Juan Tenorio,
 con la inocencia de Romeo
 y el sacrificio de Julieta;
 
 Te amo con las palabras
 que se encierran en las páginas
 de los grandes poetas
 que al amor cantaron.
 Te amo con paciencia, esperando,
 que tu inocencia se abra, junto a tu mirada
 y quieras, de corazón,
 ver hacia tu lado
 e inspecciones entre los momentos,
 aletargados en el pasado,
 acciones que, aunque sencillas,
 llevaban en su quehacer
 escrito  “te amo” en movimiento.
 
 ¿Por qué juegas de esa manera,
 ciega en el campo del amor?
 Golpeas por él en puertas cerradas,
 mientras yo, hasta mis ventanas,
 ojos de mi casa que esperan
 día a día por ver si pasas,
 se mantienen siempre abiertas;
 Y si el frío de tu indiferencia amorosa
 soplan intentando cerrarlas,
 el calor de mi esperanza
 es tranca que las rechaza.
 
 Dame  la posibilidad
 de ser más que el amigo,
 confidente de amores inconclusos,
 de problemas juveniles
 que en mí buscan soluciones.
 Permíteme beber en la copa
 de rojo borde que pinta tu sonrisa,
 figura suave que congela mis enojos.
 
 Quisiera verte amor puro,
 algún día, ojalá pronto,
 dejes de buscar el amor
 en corazones ajenos, extraños,
 y vengas de una vez
 a llevarte el corazón mio,
 porque en mi pecho no lo quiero
 si ha de latir por ti
 mirándote desde lejos.
 
 
 
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