Inicio / Cuenteros Locales / Soli / El Hombre de la Máscara negra (Preámbulo X)
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Según un antiguo mito Urano era el Cielo con todas las estrellas y todo lo que en el Cielo hay, y Urano estaba casado con la Tierra la cual se le llamaba Gea. Esto significa no que los antiguos creían en boberías, sino que el Cielo estaba abierto en la Tierra, en otras palabras: entendíamos la proveniencia de otras almas y esta proveniencia la entendíamos siendo de origen celestial. Entendíamos que el mundo (lo que esa gente llamó el Cosmos) era la Tierra y el Cielo en matrimonio. Podíamos ver con los ojos de la comprensión cómo entidades celestiales encarnaban en la Tierra. Subían y descendían como en la escalera que se le reveló a Jacob. En muchos mitos indígenas continúa esta percepción de la existencia, al menos la percepción de esta posibilidad, la serpiente emplumada, la proveniencia celestial de Quetzalcoatl, etc. Hay familiaridad o un aire de familiaridad entre algunas personas que no poseen vínculo entre sí, ojos, miradas y gestos similares como de seres provenientes de una misma constelación. Los mayas dibujaron esta percepción, los asirios también en sus relieves, los hindúes dibujaron a tipos rojos, azules, amarillos, verdes, negros, colores que no hacen referencia a un color de piel, sino a un tipo común de configuración energética, dibujos que son comúnmente acompañados con las propiedades de cada uno de los tipos; los retratados con el color negro poseen dientes caninos largos y uñas largas y ojos bizcos; los asirios retrataron también a este tipo de seres y otros tipos de seres con estrellas específicas brillando como una especie de santo patrón sobre cada tipo de ser; en Egipto hubo la concepción de seres provenientes del Sol. Hubo una concepción de un origen celestial humano, si no humano, de los espíritus humanos o sus almas o sus poderes o sus esencias. El mismo Jesús, patrón de la religión de nuestra cultura, al menos como imagen, subió al Cielo. Algunos astrónomos aún intentan saber de dónde proviene Satán: de más allá de las Pléyades y es una estrella blanca gigante que tiene una estrella hija que a su vez es la madre de las Pléyades. Autores de historias riquísimas escribieron en forma de ficción sus visiones, tal es el caso de Lovecraft y sus encuentros en viajes astrales relatados en forma de ficción y el caso del chamanismo de Willam Burroughs “Nacido uraniano bajo condiciones Nova” y por supuesto de Stanislaw Lem y sus diarios estelares. En estos autores hay congruencia lógica y un genuino interés motivado por una real inquietud interior debido al encuentro con posibilidades y la reafirmación de las mismas. |
Texto agregado el 30-03-2006, y leído por 113 visitantes. (0 votos)
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