...el silencio se aclaro, y ella quizo escuchar cual era la historia de aquella mujer que asesino a su gran amor.
la anciana callo, respiro, y se limito a decir la leyenda que cubria de sangre la historia de aquella muñeca...
"las miradas son frias
nadie es nada, y la nada me mira
fijamente miro el cielo, el agua corre por la calle
y siento que me lleva.
ya no creo, solo vivo.
ya no siento, solo juego a sonreir.
mi daga y yo somos complices... somos una en la oscuridad,
en la esquina llena de lagrimas,
en la ciudad vacia,
en el corazón que se esconde del dolor.
solo somos reflejos, cada vez más borrosos
llenos de ira y traición
solo soy sentimientos adheridos, frustraciones y desamor.
mi daga y yo somos amigas.. somos hermanas
simplemente soy yo, con el alma congelada
sin sorisas... desgastada
paso por la vida con la única intención de hacerle pagar a ese fantasma, cada una de las lagrimas que derrame,
hacerle pagar con su sangre cada pinchazo en el corazón... hacerle pagar todo lo que me robo"
y al callar, la anciano cerró sus ojos y lloro,
solo por que deseo tan solo por un instante,
tener la valentia de aquella muñeca,
que jugaba incesamente a esquivar el dolor |