Se lanzó a las aguas del océano por primera vez... no sabía navegar....no conocía las mañas del buen navegante, sin embargo alzó el ancla. Valiente, estúpido, retrasado, senil, las opiniones de sus vecinos eran variadas.

Ochenta y un años recién cumplidos y jamás se había acercado a tan misterioso aparato, nunca se interesó por conocerlo...tal vez pensó que su tiempo se había extinguido. Pero ¡ah! Vueltas que da la vida...cuando su única nieta cruzó el mar en busca de futuro y sintió el vacío de la distancia no tuvo más remedio: !se lanzó!

El primer día no atino siquiera a empezar el viaje....temió preguntar, por lo que después de una hora en la tarea regresó a la casa de reposo; pero el vació se ahondaba...era cuestión de vida o muerte... al día siguiente regresó.

De eso ya hace dos años, don Primitivo navega hoy día por el océano de la información como el más versado piloto, ya se siente el rey de la red, siente que la vida le regresó, en el café Internet lo conocen como el abuelo de la red... o como el ciberabuelo también.