Me preguntaste por mi pasado y mi gente
-tu voz y tus ojos me pusieron nerviosa-.
y reímos fuerte al jugar con mi mirada
-no podía evitar que fuera un juego-.
Recorriste mi cuerpo sin quitarme la ropa
-y yo temblaba entre tus manos canela,
no te diste cuenta, verdad?-,
me abrazaste fuerte por la espalda
-o eso pensaba yo, o eso deseaba yo-
y besaste mi vientre conturbado de deseo
-tus manos lo despertaron de su letargo-.
Te sorprendiste con mi sonrisa ingenua
-¿cuánto hacía que no te acompañaba
una risa como la mía?-,
pero me olvidaste –o eso querías-
al descubrir que el tiempo había pasado
sin dejar rastro en mi cuerpo
-a no ser el paso del mar y la ausencia
de los besos prietos y arrebatados
que debiste darme hace años-.
Te despediste y ahora añoro tu desconcierto
ante lo poco que conociste de mí
-más y más contrastes de la vida que vivo-.
Rondas mi mente sin dejar mi pensamiento
-un sueño tras otro sueño de lluvia-
y me pregunto cuándo volveré a sentir tus manos
en mi cintura y tu susurro en mis oídos
-o tu aliento o tu abrazo o tus besos..... -.
Texto agregado el 07-12-2003, y leído por 216
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Lectores Opinan
07-12-2003
uuy gran relato, triste, pero penetrante. te felicito, esta muy bueno. kapeno
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