Este escrito muestra mi visión particular sustentada por los conceptos mas célebres del término ¨hombre¨, que abarca muchas interpretaciones pero ningún concepto central, por lo que es hablar de algo que nunca se va a llegar a definir. Para iniciar, me remito a la aparición histórica del hombre y la sociedad, basándome en la afirmación de Hegel cuando dice ¨Aufheben: Conservar y Anular. La historia humana muriendo nace y rompiendo crea¨. (Eduardo Galeano, El libro de los Abrazos, Pág. 110. ED. Siglo XXI), para luego exponer porqué para mi, el hombre es un concepto abstracto.
Hace 30000 años, finalizando la era glaciar en el mundo, el hombre inició su carrera evolutiva hasta alcanzar los tiempos modernos. Lo más parecido al hombre actual en ese entonces fué el Homo Sapiens, quien fuera cúspide evolutiva del homínido y que hace apenas 10000 años se hizo sedentario, dando paso a la civilización. Pues bien, el hombre para poder civilizarse tuvo que comunicarse para poder organizarse. Y por supuesto que se comunicó con sus semejantes, ya que en vano hubiera sido pedirle cooperación o esperar una respuesta lógica de cualquier bestia mundana.
Me remito concretamente al hecho que hizo pensar a aquel primer hombre conciente de civilizarse que debía comunicarse solo con sus semejantes tan solo por lucir físicamente como el debían, y que por ende, debían razonar y hasta ambicionar organizarse civilizadamente de igual manera. Me permito imaginar que, cuando apareció el primer prototipo de idioma articulado en el mundo, la primera palabra que existió fue alguna que denominara a los de la especie humana, para poder hacerlos identificarse a todos con una voz que tuviera el poder de agruparlos para organizarlos en una sociedad, y que por supuesto, todos entendieran.
Admito que ignoro todo lo alusivo a los primeros vocablos existentes, pero sé bastante bien que una de las lenguas civilizadas más antiguas fue la griega, cuna cultural de Occidente. Observo lo anterior porque es la palabra griega ¨ homo¨ la que traduce, en nuestra bella lengua española -y en griego igualmente-, dos cosas: ¨hombre¨ e ¨igual¨ (entiéndase el mismo).
Si mi suposición fuera cierta, y la palabra ¨homo¨ hubiera sido la primera dicha en el mundo, se obviaría que aquel primer hombre con sentido social llamó ¨homo¨ a todo aquel que fuera igual a él, por lo que tenia calidad de humano, por lo menos en el aspecto físico.
Quiero abarcar la coexistencia de conceptos diversos del mismo término. El hombre, en los diccionarios enciclopédicos se define como ¨ser animado racional. Bajo esta acepción se comprende a todo el género hombre y todas sus razas¨ (Diccionario Académico Ilustrado, ED. El Cid) En el mismo diccionario dice: ¨Se es hombre cuando se ha llegado a la edad adulta. Un gran hombre es ilustre y eminente en su línea.¨
Para los diccionarios en general, el concepto de hombre será similar siempre, por la precisión en la definición de términos que las academias de la lengua exigen a los editores. Eso quiere decir que las bases del conocimiento intelectual global (diccionarios y enciclopedias), en concreto, expresan el concepto del hombre como un ser animado que razona, que es tal hasta ser adulto, que sigue siendo hombre sin importar la raza y que recibe reconocimiento (como hombre) cuando destaca por su intelecto. Si no hacen mención sobre las personas físicamente discapacitadas, es de deducir que siguen siendo consideradas como humanas, pues alguna de las características antes definidas conservarán. Y las personas de otras razas, solo cambian en color de piel y algunos detalles físicos notables, pero básicamente son lo mismo por dentro en todo aspecto y concuerdo con eso.
Pero de todo lo anteriormente citado, la única característica humana no física es la razón (intelecto), por lo que cabe cuestionarse que tan humano es alguien que no la posea o ejerza, dado que jamás será reconocido como humano por no ser mentalmente adulto ni destacado. Cada vez que alguien quiera investigar el término hombre en un diccionario, verá que de muchas formas de dar una respuesta, la idea será similar a la que yo he formulado, y entonces verán que el ser humano posee excepciones dentro de su categoría.
Yo me limito a decir que, por experiencia cercanísima con niños especiales, considero a estos seres como humanos no solo por la relativa similitud anatómica, sino por que al tratarlos sé que me entendían y trataban de comunicarse conmigo como cualquier otro, lo que los hace similares a mi y al resto de la humanidad, y por ende, a aquel grupo de hombres primitivo que se agruparon bajo el término igualitario de ¨homo¨. Además, desde niño fui curioso e inteligente, además de destacado estudiante, por lo que tampoco considero cierto que yo hay recibido mi condición de hombre con la cédula (por así decirlo), y conozco cientos de personas con caracteristicas similares.
Omitiendo el factor racional-intelectual, sentado ya mi punto de vista, quiero considerar ¿Cuál factor extendió el término ¨humano¨ a todo ser anatómicamente similar a los hombres? La respuesta no la brinda ningún diccionario o enciclopedia, por lo que me toca referirme a la base de todo pensamiento colectivo: la religión. Por pura lógica, el hombre social tuvo que preguntarse que causaba el mundo, y la mitología y la religión (posteriormente) dieron pronta respuesta a interrogantes que inquietaban a un ser curioso por excelencia.
El Génesis es un libro antiquísimo que escribió alguien racional con una enorme cantidad de argumentos religiosos que respondieran toda cuestión que pudiera tener un ser curioso y en busca de su origen. Para destacar la relevancia de este libro en el presente ensayo, cabe notar que el texto es un eje cultural común entre judíos, cristianos y musulmanes, por lo que es correcto deducir que casi el 70% de la población mundial actual cree, reconoce o considera relativamente cierto que el mundo –y el hombre- fueron creados por Dios.
Concretamente hablando, el 70% del mundo actual que conoce el sagrado libro, sabe que dice ¨Entonces dijo: Ahora hagamos al hombre. Se parecerá a nosotros y tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y salvajes. (…) Hombre y mujer los creó, y les dio su bendición. – Tengan muchos hijos, llenen el mundo y gobiérnenlo (…) ¨ (Génesis 1, 26-28). Sabiendo y creyendo lo anterior, toda sociedad erigida sobre ese escrito pensará y adoptará para sí la idea que todo hombre es igual (homo) a Dios, y por ende poderoso sobre la creación. Igualdad y poder que posee todo aquel que sea humano, por ser fruto predilecto de Dios.
Que curioso que igualdad y poder sean pilares de la democracia, ¿no? ¿Insinuaría eso que el hombre es un ser democrático por naturaleza divina? Lo raro es que ninguna entidad religiosa occidental (ni del mundo) permite la democracia para sus fieles dentro de la institución.
También me llama la atención que en la actualidad el activismo feminismo busque infructuosamente hacer a la mujer igual al hombre si en países con tales religiones se piensa con base a:
1) Mujer , en hebreo, es salida o emergida del hombre
2) Por ende, la mujer es semejante al hombre.
3) Y el hombre es igual a Dios.
4) Pero la mujer no es hombre (anatómicamente hablando)
5) Entonces la mujer no es igual a Dios
6) Y para completar, por culpa de la mujer, el hombre perdió el paraíso.
No me parcializaré cuan machista pero con franqueza, si se lee de nuevo el quinto punto, se contempla el punto de vista original del famoso 70%, y por ello se entienden las privaciones que las mujeres tienen en la sociedad occidental (musulmanes incluidos) en cuanto al ejercicio de la democracia: en las votaciones electorales casi nunca es electa una dama, y por ende, difícilmente ejercen poder publico relevante. ¿Será porque los electores de ese 70% habrán leído (o tenido por referente) el Génesis y entenderán que la mujer no es igual a Dios, por lo que no es ni igual al hombre ni con derecho al poder?
Como hijo, familiar, amigo y novio de mujeres, no veo porqué no puedan ser consideradas iguales al hombre, si mis parientas y otras damas son capaces de entablar conmigo discusiones racionales largas e interesantísimas con sustentaciones bastante firmes. Además, se cree culturalmente que ellas son mejores administradoras (de todo) que nosotros los varones, por lo que no veo el tal de no darle poder publico a la mujer, sin razona como yo, sin necesariamente tener que lucir exactamente igual.
Habiendo hecho la observación anterior, retomaré el hilo conductor que guiaba por el concepto a medias que existe del ser humano, en el término más general que de tal palabra se deriva: humanidad.
La humanidad es, para los diccionarios, el conjunto de todos los hombres y la capacidad de sentir compasión por los demás. Para la religión es la propensión a los halagos de la carne, dejándose vencer fácilmente por ella. Flaqueza o fragilidad propia del hombre¨. Para mostrar la visión que tiene la mayoría del mundo tendrá de dicho término, me queda entonces acuñar el concepto de humanidad como conjunto de hombres vulnerables con sensibilidad social.
En lo que mostrado hasta ahora, siempre se ha entendido al hombre como conjunto, bien sea de características o de individuos. Pero en la realidad, el que seamos iguales en muchas formas no nos hace idénticos, y la razón es que cada quien, después de ser humano, es persona.
¨Persona¨ significa máscara en griego antiguo. Quiere decir que, si bien humano es todo aquel cuyo parecido físico e intelectual con los demás sea evidente, es persona aquel que crea su identidad con una máscara distintiva, la cual es tanto física (look) como interior (intelectual y emocional). En este concepto, ya no importa si se es notable, por lo que persona puede ser todo individuo humano (sin ser hombre). Se contrasta lo anterior con el hecho de que persona es la denominación general extendida a todo humano cuyo nombre se desconozca.
Lo anterior quiere decir que, si bien el titulo de persona nos reconoce como individuos, también nos agrupa como seres omisibles. En una universidad, por ejemplo, vivencio mi individualidad compartiéndola y complementándola, pero soy completamente prescindible como estudiante si mis actos no son relevantes y mi nombre no es conocido. Eso lleva a que ¨persona¨ se haga sinónimo de ¨hombre¨ al trasformarse en el vocablo ¨personaje¨: sujeto de distinción, calidad o representación pública (Diccionario Académico Ilustrado, ED. El Cid).
La ironía manda en toda definición del término hombre, porque siempre existe ambigüedad de conceptos al tratar de definirla. Basta ver como el ser hombre me hace común a toda la humanidad, y ser persona me hace individuo omisible en la sociedad si no me manifiesto (destaco) en la misma.
Finalmente, creo que un término abstracto, para definirse lo mas preciso posible, debe expresarse con un concepto abstracto. Khalil Gibran decía que la meditación y la plegaria ¨son la expansión del ser en el éter viviente¨ (El Profeta, Pág. 68. ED Colección Letras). Entonces solo queda orar y meditar, para ver si así logramos definirnos a nosotros mismo como humanos y personas, y expandirnos en el ¨éter¨ de la sociedad con nuestras respuestas. |