OTRA OPORTUNIDAD
Me siento bien al saber que después de todo...
después de tanto...
quisiste venir a verme para poder hablar sobre lo que pasó entre nosotros...
Entraste en mi habitación y aunque apenas me miraste
pude oír lo que me decías sin decirme nada...
Tan solo mirando a tus ojos pude oír tus palabras
aunque tú te empeñaras en ocultarlas...
Pensaba que ibas a marcharte pero sin embargo ahí estabas,
contemplando mi cuerpo...
evitando que mi mirada se entrecruzara con la tuya...
pensando en tus manos qué, por primera vez, no sabían donde ir...
y esperando a que yo te brindara la palabra...
y esperando que te diera pie a pensar que yo deseaba lo mismo que tú...
Sabías perfectamente que así era.
Creía que no ibas a acercarte,
estaba segura de que nada iba a salir bien,
pese a lo que yo presentía, ocurrió...
Tus labios chocaron con los míos,
tus manos solo encontraron un camino,
tu mirada se perdía con la mía...
¡Ay amor! ...si supieras cuanto había deseado ese momento...
Desde aquella discusión te extrañaba...
Desde aquel día te seguía esperando...
Desde aquella tarde llevaba llorando...
...Desde la última noche te estaba deseando.
¿sabes por qué casi nos dijimos adiós?
¿sabes por qué no hemos dejado de pensar el uno en el otro?
...quizá debí haber actuado yo primera...
...quizá nunca debí hacerme la dura frente a alguien que tanto quería...
...quizá al final hubiéramos quedado como amigos si no llegas a venir...
De todos modos...
¿qué importa eso ahora?
¿quién dice que no hubiera ido yo detrás?
¿qué te hace pensar que te hubiera dejado irte marchar?
Lo que tengo claro es que nunca más deseo sentirte lejos...
Lo que tengo claro es que jamás había querido con esta fuerza y este empeño...
¿Y tú?
¿Tú crees que algún día querrás a alguien mas que a mí?
¿Tú crees que esto finalmente va a resultar una farsa como tantas otras?
Porque ahora estás aquí, pero...
¿quién sabe si llega el día en el que crees que jamás debiste venir?
...Quizá estas preguntas no podamos contestarlas hoy...
ni mañana...
...Quizá debería centrarme en lo mucho que nos queremos
y dejar a un lado los celos,
las envidias, los malos presentimientos... los rencores.
¿Sabes? Me alegro de que llamaras a mi puerta,
de que quisieras que nos diéramos otra oportunidad...
de que siga siendo la mujer de tu vida, al igual que tú eres el hombre de la mía...
¿Acaso sabes por qué?
¿Acaso mentiría si digo que si seguimos juntos es porque el amor que nos une es igual de grande o más de lo que lo era antes?
Lo que realmente sé es que tú eres mi alegría para vivir y mi razón para seguir.
Ahora bien... ¿qué soy yo para ti?