--Se escucha una voz que viene de atrás del telón entre abierto, la voz es fuerte, puede que suene agresiva y sutilmente seductora y la voz dice:--
“ATODOS LOS HOMBRES QUE HE AMADO, HE QUERIDO, HE DESEADO, HE ADMIRADO, HE TOCADO Y A LOS HOMBRES QUE ME FALTAN”
--Entra a lo que parece un escenario la mujer, mas diferente que nadie ha visto; ya que lo que dirá, no corresponde a su apariencia; entre un vestido azul, con voz firme y clara dice:--
Amante de los hombres (mueve su mano izquierda), amante de sus sonrisas: (mueve su mano derecha y la pasa cerca de su boca en un sutil movimiento),
Cuando son tímidos, curiosos, picaros y alegres (c /gestos de ella describe la emoción que dice)
--Las cortinas se cierran, al abrirse de nuevo aparece la misma mujer con el cabello rubio, frente al espejo, la gente solo mira el reflejo de la mujer, y dice:--
Amo su cabello, corto de preferencia (tocando su cabello) a veces largo (lo describe con sus manos)
Relamido por la goma a veces estilizando sus chino ondulados, a veces lacios rebeldes sedosos o engañosos, bajo gorras (se pone de pie y se coloca una cachucha) de béisbol, fútbol, o americano con los escudos de sus equipos favoritos, marcas de ropa o de su grupo favorito, si olvidar los rojos en la almohada, o rubios que se confunden con el cepillo de cabello o los negros que no son míos.
--De vuelta en la silla ahora de frente a la gente dice:--
Amo sus colores de ojos cafés si son alegres, negros misterioso, verdes si comparten su alegría, azules si son sensuales, mas si son grises enigmáticos, algunos bajo las gafas y otros desnudos de armazón, con pestañas que les brinda una armadura o enmarcados bajos sus cejas pobladas o discretas.
--Se cierra la cortina y al abrirse la cortina aparece con una sudadera de hokey y al tocarse, sin gritar casi susurrando comenta, bajo el silencio sepulcral del recinto donde la miran—
Amo sus camisas, playeras, sudaderas, deportivos, suéteres, a veces estampados, a cuadros, sin combinación alguna o completamente articulada, con tenis o zapatos,
Los amo altos o de mi estatura, (juega con las palabras y representan sus manos las dimensiones que entona entre risa emoción y satisfacción) afeitados o con barbas de candado, sarcásticos y tiernos o un tanto agresivos cuando besan apasionados, algunos con vicios y delirios, con pasatiempos y remordimientos, serios y sociables.
--Se sienta en un diván con las piernas enmarcadas por unas zapatillas exquisitas, que le dan forma a sus formas estrictas y constructivas.
Así los amo, a los seres humanos, a las personas con historia y pasado, como hombres y nunca como príncipes azules.
--Se despide y se va sin despedida, como las grandes amantes que se olvidan--
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