Avanza el tren poderoso por la pampa
La sequedad lo envuelve en su camino
Avanza sobre el riel de duro acero
Extendido en el desierto, al infinito.

Un poco antes, la madre camanchaca
Dejó a una hija gota, enamorada
Del fulgor del acero de la vía
Unirse con su amado, en quien se mira.

Urgida por su amor, sobre él reposa
Y con su frío beso el riel atento
La transforma de nuevo en lo que fué en el mar,
Una gota radiante y luminosa

Potente luz rasga la noche salitrera
El tren avanza bajo un cielo abierto
Trepidan los durmientes y las piedras
¿Quien osa alterar el sueño del desierto?

Cazada por la luz que la encandila
La enamorada refulge cual diamante
Y enternecido, el frío riel la admira
¡ Qué belleza , qué hermosa , tan linda y tan radiante ¡

Celosas ruedas altaneras no permiten
Que otro amor, aparte de ellas ,besen
Al camino de acero, al riel brillante
Y aplastan fieras a la atrevida amante
que en su ruta hacia la cordillera
Osó besar la frente del inmóvil,
quien ve alejarse al tren hacia el salitre
Y a su fugaz amor hacia la tierra.

Ahora solitario el riel espera,
Que alguna otra gotita pasajera
Se enamore al transitar, de su belleza
Y pueda otra vez a disfrutar de un beso
Que rompa su soledad y su condena