En un tiempo
de dragones
y valientes señores,
sería el bufón
de la corte
porque, la naturaleza
de mi ser, cobarde,
te dejó escapar.
Quizás es más exacto
afirmar que te agobié.
(Aún me sangra
esta palabra)
No supe demostrarte
que, en el fondo,
sentirte tan dentro
desconociendo la familiaridad
con la que el alma
percibía a tu alma,
me aterraba.
(Reflexiones)
En un mundo de vivos
los muertos no sentimos
el fraude
(no dejes de sonreir)
Texto agregado el 28-03-2006, y leído por 128
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