|                       
 La sombra huyó, la noche se desvanece,
 mi alma, antes perdida, hoy florece.
 Jamás pensé que el amor volviera a mi senda,
 ni que la luz disipara la profunda ofrenda.
 La oscuridad que reinaba se torna clara,
 y en tu mirada, mi dicha se declara.
 Mi corazón estalla, vibrante emoción,
 cuando te veo, mi dulce inspiración.
 Eres la fuente que da vida a mi existir,
 mi faro eterno, mi eterno sentir.
 Quisiera que mi amor te abrace y te llene,
 que cada latido tuyo, mi amor detiene.
 Permíteme ser el aire que respiras hondo,
 el susurro que en tus labios se esconde.
 La luz primera que tus mañanas despierte,
 y un canto de ave que tu alma convierta.
 Permíteme ser el niño en la calle que ríe,
 la luna hermosa que en tus noches confíe.
 Envolverme en tu sábana, tu abrigo fiel,
 contemplarte quieto, bajo tu dosel.
 Velar tus sueños con anhelo sincero,
 que nada los dañe, ni un pensamiento artero.
 Mi amor te rodea, te envuelve sin cesar,
 para que nunca, mi amor, te falte el amar.
 Oh, amor mío, eres el alba en mi corazón,
 deshaciendo las tinieblas, tu gran bendición.
 Eres el agua que calma mi sed ardiente,
 y me devuelve a la vida, de forma patente.
 Mi universo ahora gira en tu presencia,
 y en cada instante, mi eterna complacencia.
 NTG
 |