Y se viene otra noche de llanto... es como si lo sintiera en el aire, cuando venís con ese humor de perros y las ganas de comerme viva si pudieras.
Pero no... esta vez me agotaste... Anoche volviste a colgar el tubo sin despedirte, volviste a hacerme sentir la peor de las basuras, y encima te ofendés vos. Porque yo soy la que no entiende, porque yo no te doy libertad, porque yo... porque yo... porque yo...

¿Y VOS?

Vos sos el pobre mártir del cuento...
Jamás en los años que llevamos juntos te preguntaste qué mierda me pasaba por la cabeza cuando sabía que me engañabas y yo te perdonaba. Jamás te preguntaste cómo podía sentirme yo. Dónde quedaba mi orgullo de mujer. Nunca te importó... considerabas que yo debía darte tu libertad, sin preguntarte nada, porque decirte que me gustaría saber con quién habías estado era intrometerme en "tu espacio", yo debía respetarte, pero si vos tenías ganas de hacerme un interrogatorio debía soportarlo. Vos elegiste que querías esta relación, ¿Por qué ahora me tengo que bancar tus celitos? Me amenazaste con dejarme si te era infiel, mientras que yo debía soportar las peores cosas haciendo oídos sordos y "confiando en vos".

¿Te creés que es así? Cuando te conviene soy el amor de tu vida y cuando no, la loca que te persigue... No, no... Si esas son las reglas del juego, que lo sean para los dos. Pero ¡NO! Al señor le duele en el orgullo de macho cuando le cagan la mina... te duele en el alma cuando sospechás que te engaño, me cuestionás cosas que, si yo me atreviera a preguntar, me mandarías a la mierda sin el menor preámbulo... y yo lo tengo que soportar.

Error...TENÍA...
Yo ya no juego más, abandono todo, me aburrí. Si todos mis esfuerzos son en bano, si yo sola soy la que debe cambiar, si ya no te importa nada más allá de la cama, se terminó, ganaste. Tomá tu puta libertad y morite con ella. Yo estoy aburrida de esperar a que te decidas, de esperar a que hagas un hueco en tu agenda para verme, poniendo días y horarios, los que vos quisieras... y tener que soportar la distancia que cada día nos separa más.

Te Amo... te perdonaría cada segundo de dolor como te perdoné miles ya, pero vos no vas a intentar. Te creés perfecto, y no sabés lo que perdés por no intentar escuchar. AH! Sentarte y soportar mis palabras no es escuchar. Aprender a valorar otra opinión hubiera salvado muchas diferencias. Pero no.

Esta vez soy yo la que dice basta, hasta acá llegué. Me duele. Pero es que ya no aguanto sentirme así, tan inferior a vos, tan miserable, tan poca cosa que ni siquiera puedo complacerte. No soy tu puta, no me llamás cuando tenés ganas, ESO no es respetarme. Asíque mejor la cortamos acá, antes de que definitivamente deje de amarte y te meta los cuernos con el primero que me sonría.

¡Estúpida masoquista! Que soporta todo pensando que algún día me vas a entender...