De toxinas
y relieves
podemos
formar
un estuario
y una barca
sol rojo empapado
que tu lengua
disipa
con
la
punta.
No he podido meditar en otro sexo que en tu asunto
Pedaleo cuesta abajo
por tus ingles
Sigo a pie la yema que se afianza y cabalga.
Llamo de emergencia al burdel
y escucho la voz:
fauces de orilla negra
lengua dócil
¡Ampárame dulce virgen!
Mi
erección
pide
boca.
Texto agregado el 27-03-2006, y leído por 158
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