Sabes, ayer al fin logré descubrir algo que pesa mucho en mi vida, tomé la decisión y lo arrojé al suelo, de donde no quiero levantarle.

Hoy quiero confesarte algo que ha inundado mi vida sentimental durante muchos años,
Hoy en confianza y profunda honestidad he de decirte que estoy cansado de huir,
Quiero y necesito el regazo que ofrece tu presencia en mi vida, al fin desafío el constante calculo que hago cuando alguien pretende acercarse a mi corazón. Estoy dispuesto en este momento a afrontar la adversidad que conlleva el compartir lo sentimientos y las emociones con alguien más.

Quiero que me conozcas más y más, verás que mi interior es complejo, atrevido, sensual y aventurero. Que mi corazón es tan grande que puedes vivir ahí el tiempo que lo decidas. Aprenderás que la sensibilidad la llevo a flor de piel y que la pasión la vivo intensamente y es ahí, en esa sensibilidad y esa pasión donde radica la fortaleza que muestro, que puedo ser como esa roca donde rompen las olas o ese mar que inspira a estar en paz.
Y así llegarás hasta ese niño que se ha atrevido a crecer, a ver el mundo, a dejar el bunker, que te ha abierto el corazón y empieza al fin a dejar de correr al dolor que no existe, al miedo mal fundado y que reconoce que estos son inevitables y hacen que podamos evolucionar, ser mejores y más grandes tan grandes y desafiantes como el mar.