No te hablo a ti, ni me hablo a mi. No trates de entender si buscas la verdad, porque no la hay. No intentes escapar de lo que mis palabras quieran significar, porque mis ojos te hallaran. No sueltes falsedad en tu sonrisa, solo por lo que prefieras ser en el mundo. No sospeches de mi falta de coraje, ni tampoco de mi disfraz de idiota. No juzgues mis actos, porque oportunidad no me ha faltado para destronar al rey. No supongas ni comentes lo extraño de mi ser, solo percibe el respirar no el aire que respiro. No pienses que mi silencio es voluntario, es la prision que me ha tocado vivir solo por conocer la esperanza de aquellos que han perdido lo que nunca realmente tuvieron.