FURTIVO

Furtivamente,
Como relámpago llegue hasta tu lecho,
Agazapado en las tinieblas,
tus besos ansié,
Pasmado, estuve contemplando tus ojos
Tu boca almidonada,
Parecías un ángel,
Caído,… si caído del cielo,
No pude atraparte…
Para librar tu caída,
Más sin embargo
A los infiernos,
no fue que descendiste,
ni por caricias,
ni por besos.


Furtivamente,
Estoy esperando tu regreso,
Deseo tenerte entre mis brazos,
entre mis dedos,… como el agua,
Estas escurriendo,
sollozante me dejas,
no puedo evitarlo,…
Soy como un relámpago en tu vida,
sin espera,… Cae en cualquier lugar sin medida,
solo cae y se desvanece,…
en la locura de la tormenta,
en la locura de mi mente,…
Prisionero estoy por no tenerte,…
mira las lagrimas escurridas,
Eres el espejo de mi alma,
eres aliento para mi vida.


Besos desencadenados,
dejaste sin poder disfrutarlos,
Sin poder gozarte,
estoy de hinojos suplicante,…
Sangrantes están mis huesos,
expuestos al desdén,…
porque tu los despreciaste.

¡Mira! si ve,…
como esta este cuerpo,
Desangrando,…
derramando su llanto,…
su vida escapando,…
su vida tu has inalado,
mientras duermes yo furtivo te miro.


A lo lejos,
mirando tu cuerpo alucinante,
el cual pertenece ha un viejo instante,
déjame sentir tu aliento junto a mí boca,
La cual clama por tu regreso,
sin obtener respuesta,
Ni del viento trafagante.

Deja de llorar dice la lluvia,
para que pueda enjuagarte,
Para que pueda sacarte a la mujer,
que con sus besos te dejo desangrante.


¡Deja de respirar su aliento!,
el viento dice para que yo lo lleve lejos
donde no pueda ya dañarte,
Mas ni el llanto,
ni tu aliento quiero dejar,
pues temo no volverte a mirarte,
Deja de sangrarte me dice el sol,
yo tus heridas habré de cicatrizarte.


Mas ni con fuego,
tu podrás de mi escaparte,
te tengo en la mente,…
en la misma sangre,…
¡Déjame llegar furtivo¡
Ha tus ojos para poder en ellos quedarme
¡Déjame en tus manos descansar¡
¡Estoy agotado¡,…
y en ellas mi sangre derramarte,
Déjame sentir tu aliento,
junto a mi boca,…
para intentar de ti escaparme,
¿Déjame?
llegar a ti como un relámpago furtivo,
el cual no puede ni tocarte.



2 diciembre 2002
Javier Guillén.