soy una persona felizmente casada, hace mas de treinta años; les confieso que nunca he perdido ni una pisca de la pasion que por ella sostengo; y agrego este decir: cada dia que pasamos felices, conplican aun mas mi pemanencia en esta querencia obligada, en este amor loco, que sin dudas siento inclaudicable, por mas que pasen los años, por la madre, ademas, de mis hijo. y que como si esto fuera poco, es la dueña y conductora de mi corazon descarriado.
no deseo conocer mas nada, y de ser posible, volveria a empezar todo nuevamente, como si cero vivencia no hubiera ocurrido entre nosotros. estoy convencidisimo, de que mis sentimientos por ella, pesan quilates, a pesar de estar hechos de escencia solamente, al punto de avandonar mis enfermisos celos, que siempre me acompañan, en la primer cruse fuerte de miradas que sostengamos. en esos instantes si que paresco una flor que se desoja sola, por la brisa de su aliento; y por los suspiros que de su alma poseida fluyen por mi culpa.