Con un agradecimiento para Dios y para Marimar, Elidaros, Nilda, Honey, Mildemonios y otros tantos amigos y para la fe imquebrantable de mi mamá, María Guadalupe.
Clavado en la cruz,
para salvar al pecador,
Bendito seas Jesús,
Bendito seas señor.
Tu camino fue tortuoso,
cuanto dolor, cuanta pena,
más moriste por nosotros,
en aquella noche negra.
Sálvame de mis pecados,
apíadate te lo pido,
si es que puedes escuchar,
a un pecador arrepentido.
Mi Jesús sacramentado,
mi corazón te pertenece,
aunque sé que he pecado,
mi fe cada día crece.
Mi oración de la mañana,
te la envío padre santo,
y en toda la semana
te alabo con mi canto.
No me olvides nazareno,
dame valor y paciencia,
dame fe, que yo espero,
tu poder y omnipotencia.
No me permitas Señor,
el caer en el pecado,
con fortaleza y valor,
he de seguir a tu lado. |