Confieso sentirme horrorizado, últimamente me veo al espejo y no me reconozco, siento que el reflejo que veo no es el mío, esa persona que veo no soy yo. De hecho me es totalmente ajena, no reconozco ni un solo atisbo de mi o mejor debería de decir llegado este momento de lo que yo pensaba de mi mismo, ahora estos conceptos se confunden en mi mente, pierdo el sentido entre real e irreal o quizás he conseguido después de tanto tiempo darme cuenta de donde acaba uno y empieza el otro.

… Es tarde me voy a trabajar, ya solo faltaba que me echaran.

Aprovecho mi maravilloso y excitante viaje diario en metro para explicaros como llegue hasta este momento, me voy a sentar, es raro que a esta hora haya tan poca gente.

Bueno, como decía, me desperté una mañana, es curioso, intento pensar hace cuanto que paso pero exactamente no lo consigo recordar, es igual, como decía al levantarme me dirigí a la cocina, luego fui al baño y pensándolo bien tampoco hace falta que entre en los detalles, mas o menos todos hacemos lo mismo por la mañana o eso me gustaría pensar.

Como decía, una vez en la cocina ya con un café delante, comencé a abrir los ojos, sinceramente, comencé a despertar porque hasta que tomo el café ni soy persona ni nada por el estilo. Con el café acabado y la cabeza más o menos despejada volví a la habitación abriendo todas las persianas y ventanas de la casa.

Coloque un poco la ropa de la cama, cogi mi móvil, seguí por el pasillo pillando el abrigo y ya estaba en la puerta del piso la cual abrí y baje las escaleras hasta la calle, es curioso pero recuerdo perfectamente que hacia un día fantástico, rebusque en mi mochila y me puse las gafas de sol y al cabo de andar diez metros me detuve bruscamente, mire hacia todos lados buscando algo y finalmente lo encontré en el escaparate de enfrente, mi reflejo y estaba yo solo, ella ya no estaba conmigo, la verdad es que hace ya meses que se fue pero esta mañana es la primera la cual nada mas despertarme no miro hacia el otro lado de la cama buscando su rostro, es la primera vez que me levanto y hago toda mi rutina sin pararme ni un solo segundo a pensar en ella y os digo que me alegro y en parte no lo hago porque me da por pensar como pasamos de la adoración al odio y otras veces al olvido.

Un nuevo día, un despertar a otra luz, como viene ese día, cuanto tiempo tarda y demás preguntas yo personalmente no se responderlas pero si se algo, llega.

Por eso a veces no me reconozco, porque veo que me falta mi mitad o lo que yo pensaba que era mi mitad y en realidad todos estamos completos y todo es una cuestión química, a saber…

Me siento horrorizado como os dije al principio pero esto me pasa porque no entiendo como podemos olvidar algo que en su momento no entendíamos como habíamos vivido tantos años sin tener su presencia en nuestras vidas.