Aquella era una mañana tibia, el sol al igual que al día, le daba algo de temperatura a mi esperanza, que a esa altura de las circunstancias se manifestaba fría y algo deprimida, sin embargo con el correr de las horas, poco a poco comenzaba a cobrar vida. Pero claro solamente era la calma que precede a la tormenta: Al llegar a la oficina un pequeño papel sobre mi escritorio escrito con letra confusa, rezaba: “llamó Lorena..después te llama. 9,34 hs.” El alma cayó a mis pies sin pasar desapercibida, ya que al tocar el piso, el ruido me hizo reaccionar, sentí que no podía tener tanta mala suerte, tanto esperar esa llamada, tanto desear conocer su voz, y ella había llamado justamente en aquellos 10 minutos fatales en los que me había ausentado. Mientras mi alma volvía lentamente a su lugar, o sea, que el alma me volvía al cuerpo, pensé: bien podría ser una broma. Pero nó, quién podría hacerme una broma de ese tipo cuando nadie en la oficina conocía siquiera la existencia de alguien con ese nombre. Era ni mas ni menos que la triste realidad que me tocaba vivir. A partir de entonces cada vez que suena el teléfono, renace la posibilidad de que sea ella, pero hasta ahora, han pasado cientos de llamadas y mi ilusión va desfalleciendo. Hoy es jueves, como hace siete días atrás, falta poco para las 9 y 34 hs. Y creo que ....porqué no? Y si todo vuelve a repeitrse? Aquí esperaré y cuando atienda el teléfono, sus voz escucharé. |