Dios, si estas escuchando, si puedes confesarte ante mis ojos, di que no es cierto, que esto no podrá detenerme, ni esto ni nada.
Dios, que esquivas los murmullos de los templos, dios de nadie, dios mío...
Reconcíliate con mi alma, quiero una religión discreta y apresurada. Quiero la fe como un curso básico de limpieza.
Dios, soy yo , el mundo, hace milenios que espero una respuesta. Mis monos han muerto, y deben padecer como irónica dignidad a los hombres como su descendencia.
Dios, que tu también has dormido sobre mi barriga y te has apoderado de mi remedio, descansa ahora en lo mas precario de mi y, usa tu varita mágica...
¿Es qué no ves?, soy un niño que remonta una plegaria como si fuera un cometa, ¿es qué no puedes apreciarme?, soy ese niño que está creciendo y creyendo en que muchas cosas en las que creyó nunca existieron. Dame un dosis de fe, solo una medida para no enloquecer, solo una triste porción para que me aproxime a la vida.