Había terminado de hacer su cama, cuando escuche el ruido de una puerta siendo cerrada lentamente “señor ¿ya termino? Quería saber que le gustaría comer” el asintió con la cabeza y se dirigió a la cocían a paso veloz, mis longevos pies ya no podían seguir el paso de la gente joven.... en muchos aspectos, recorrí los largos pasillos solitariamente. Siempre creí que estos pasillos estaban torcidos producto de una mal diseño arquitectónico, como la mente de mi patrón, pero ¿quien era yo para juzgarlo? sabia lo que hacia y ni siquiera me inmutaba. Llegue a la cocina y ahí estaba el sentado en una pose solemne con su cara de adulto-joven que a veces me confundía “ya se decidió”le pregunte, entonces su cara cambio y me miro con amabilidad, así era como me miraba la mayoría de las veces “quiero puré con tomates mi viejita”. Emprendí mi labor, comencé por calentar agua y pelar los tomates “ y como quedaron sus muñequitos” dije mientras estaba en medio de un tomate verde “bien pero sabes hay uno que parece que hubiese cambiado si expresión.....” en medio de su conversación, en medio de los vapores de la cocina y las fragancias de las verduras me pregunte ¿como llegue aquí?......... mi mente pareció desprenderse de mi.
Estaba por primera vez en aquel sótano de olor mohoso, buscando la luz con curiosidad de ver que había ahí. Mi ancestral mano encontró el interruptor y encendido la luz, solo para encontrarme con mi recuerdo mas espantoso y valiosos que tengo en mi vida. En ese entonces eran tan solo 4 cadáveres los que yacían guardados en las cajas transparentes, por un momento pensé que eran muñecos y que caería en la cuanta de que era un error mío, pero ahí estaban tan frescos, palpables y a la ves tan irreales. Hiba atinar a gritar pero sentí que algo tapo mi boca y en cosa de segundos perdí la conciencia. Al despertar estaba cómodamente sentada en una silla metálica, atada de pies y manos pero mi boca estaba libre aunque me costaba trabajo moverla. Al ver una jeringa vacía caí en la cuanta de que estaba con alguna especie de tranquilízate que debía ser uno de los mejores elixires de la vida pues todo tenia formas curvas, agradable y los colores parecían suaves. En frente mío estaba mi señor mirándome con interés, hablándome de sus victimas con cada detalle, es cierto que sus relatos debían resultar escalofriantes y lejos de ser agradables pero, en ese instante me fascinaban, me intrigaban y quería saber mas. Me desato y me llevo a ver sus hermosos muñecos, yo le daba mi opinión sobre aquellas hermosas criatura........ el estado de relajación era máxima, cada palabra que salía de su boca parecía una caricia y llena de profundidad. Me dijo que me mataría si decía algo y yo prometí guardar el secreto.
Después de aquella experiencia me lleno una sensación de satisfacción y de importancia una sensación que no sentía desde que murió mi viejo. Sabia algo tan oscuro y secreto que nadie mas sabia y eso era mío de mi propiedad. Nadie tenia ni idea que una viejecita podía saber algo tan relevante, me hizo sentir superior que los demás. Eso si mi condición era solo de oyente una válvula de escape para mi amo, solo tenia que drogarme y oír......... sin saber como me hice adicta a esa droga y sobretodo a sus relatos.
“Apúrate viejita” los vapores y las fragancia me hicieron volar, me encanta mi yo de ahora ser tan importante pero que nadie lo sepa como un agente secreto. No me arrepiento de nada.
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