NIÑEZ EN VALPARAÍSO

En carretón bajaban las calles
Empinadas como ángulos rectos,
A sus vehículos no les faltaba ningún detalle
Ni espejo retrovisor, ni almohada de asiento.

Velocidades increíbles alcanzaban,
En el concreto chirriaban los rodamientos.
Una soga como estribo los guiaba
Y un trozo de goma los frenaba,
De tablas viejas eran las carrocerías
Y sobre ellas los niños reían.

Volantines con destreza encumbraban
Hacia las alturas, besando las brisas
Cuando el sol de primavera brillaba
Y solo se escuchaban risas.

Algunos se tiraban en bicicleta
En acción diga de kamikaze,
No es que la caída no les doliera,
O que el reto no les importase.
Sino que el disfrutar la niñez era más fuerte
Aunque les llegara un golpe de repente.

Las pichangas no podían estar ajenas,
Aunque las canchas no fueran buenas,
Y si nos las había
Se ocupaba el pasaje,
Y de arco se ponían
Montoneras de ropaje.

Las niñas tenían sus propios juegos
Y no dejaban a los niños
Por grande que fuera el ruego.
Saltaban el cordel
Saltaban el elástico,
Jugaban al luche
O al arriba abajo.

A la escondida china
Entre todos se jugaba
Porque aparte de pillarse
A la chiquilla se pinchaba.


Caballito de bronce,
El sol o la mosca,
A las bolitas o al roca roca,
Al corre’l anillo o a la ronda,
Al pegar pegar o al chimiricoca,
Al trompo o a tirar con la honda.

Así son los niños en Valparaíso
La pobreza no detiene sus ilusiones.
Zapatos con barro
O escalas con basura,
No les dan tregua
Para hacer travesuras.