Los destinos siempre se cruzan, y hay oportunidades donde parece que los lazos sobrenaturales nos cuelgan del cuello y bajo nuestros pies, el vacío y el abismo de lo desconocido esperan que caigamos.
¿Qué pasa si uno cae? A lo mejor nos asusta lo que vemos, todo tan perfecto y sincronizado, como si viviéramos dos realidades paralelas. Nos cuesta convencernos que, en realidad, solo vivimos una sola vida, solo que a veces se ve en doble perspectiva.
Hace poco un Rey murió después de haber buscado en vano su piedra filosofal, en el cadáver exquisito, en no tener piedad, en la quinta esencia de la inmortalidad. Y falló. Todo lo que haya que buscar, hay que buscarlo adentro, nunca afuera. Descubrir cuestiones en el exterior es imperfecto amor, y obvio…