Sí, caminando me encuentro, sin ti a mi lado, bajo la lluvia que consume todas mis penas.
Me siento tan mal que ya ni cuenta me doy cuando lloro, sólo cuando una de las tantas gotitas de agua que rozan mi rostro es salada, es cuando sé que aún lloro, sí, lloro por tu ausencia, lloro y sin ti mi amor no tiene presencia, que la lluvia lave la tierra y se siga llevando mis lágrimas que se evaporarán y tendrán eco en el cielo viajarán como nubes volverán a caer y donde quiera que tú estés talvez sean mis lágrimas las que mojen tu cuerpo y rocen tus labios, sí aún lloro…
ya llega el otoño y aún sigo labrando la tierra con estás lágrimas;
se llegará el invierno y un día, un hermoso copo de nieve que veas caer será una lágrima que tomó su forma perfecta y se pose ante ti.
Sea como sea mi único alivio es saber que cuando camino ya sea de día el mismo sol nos ilumina me hace sentir cerca de ti, ya sea de noche la misma luna nos iluminará y seguiré estando cerca y dentro de ti.

Tal vez una celestial coincidencia nos puso juntos una vez, talvez una vez mi pensamiento de amor viajó muy lejos y cayó sobre ti, sí tal vez… pero sé que estuviste en mi y yo en ti, mis manos te tocaron, mi cuerpo te sentía y mis brazos te rodearon. en un gran derroche de fetiche, en el cual admiro a mis manos las contemplo y envidio ya que ellas te tocaron, mi corazón, mente y sentimientos te admiraron pero son sólo derroches de fetiche, es como guardar un cabello tuyo en una caja de cristal y saber que te perteneció, sí, a veces me admiro y me quiero meter en una cajita de cristal y a todos esos sentimientos hermosos puros, a esos pensamientos que volaron hasta encontrarte a ti si me dan ganas de guardarlos en su respectiva cajita de cristal los cuales te pertenecieron también visitarlos y llorar de nuevo con la esperanza de que haya algo más que vuele y llegue hasta a ti.
Lloraré con gusto con la esperanza de que mis lágrimas precipiten en ti, rocen tus labios y te acuerdes de mi.