Inicio / Cuenteros Locales / cao / Desflor (incidental)
El niño caminó rápido.
Con la cara deslavada y las rodillas rotas atravesó la cancha cuando anochecía. Los niños siempre se agrupaban a los pies del cerro de la cruz. Allí jugaban a la pelota en la improvisada cancha que se armaba a los pies, en la planicie. Los arcos eran pircas que se levantaban a punta de rocas y pedregones como pukarás. Jugaron más de tres horas aquella vez.
El niño era el más pequeño del grupo. Su madre trabajaba en la shopería todo el día. Por eso podía alejarse más de cinco cuadras de casa, sin que nadie supiera. Como cuando subían al cerro. Los demás lo veían como la mascota del grupo, aunque se empeñara en aparentar cierto carácter. Si alguno se sobrepasaba en las bromas, el niño no tardaba en lanzar un certero ‘conchetumadre’. Luego agarraba la primera piedra, la que estuviera más cerca, y se paraba en actitud desafiante. A veces con los mocos colgando lograba intimidar a más de alguno, pero casi siempre terminaba con los calzoncillos metidos en el trasero. Era diminuto y flacuchento. Apenas le quedaban dientes y aun no le tocaba escuela. Tenía la cara redonda, casi siempre deslavada. Le decían ‘el cuchara sucia’.
A tranco vertiginoso el llanto le brotó con espasmos. El niño venía con miedo, por eso pensó mucho en su madre. Antes de cruzar la avenida, el zumbido de los camiones se tragó el sonido de su pena. Después de la pichanga los niños más grandes se pusieron a hablar del fusilado que apareció en el río. No respetaron sus cinco años. Hablaron del cuerpo yerto y descompuesto del dirigente. Le faltaban los ojos y de su boca brotaba un vómito de moscas. Fue en ese instante cuando el niño por primera vez oyó hablar de la muerte. Sí, la primera vez, no hubo otra antes.
De ahí en más el pánico se lo tragó. Le tuvo miedo a la sombra que se formó debajo de los roqueríos. Le tuvo miedo al silbido agudo del viento en el crepúsculo. Su cuerpecito se tuvo que acomodar para siempre a este nuevo sentimiento; a este miedo fundacional y originario. Su cara era otra porque era la primera vez.
La primera vez, la misma que uno pierde en el olvido, y que queda como una mancha para llevar toda la vida. El niño se perdió llorando en una esquina con la muerte encima. Los focos de la luz titilaron, como titiló su alma con el desflor.
- Cao Carvajal |
Texto agregado el 20-03-2006, y leído por 491
visitantes. (16 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
29-04-2006 |
|
Preciosa historia y bien contada, casi sentí lo que sentía el niño, pero definitivamente no es mi primera vez gamalielvega |
|
| |
|
|
30-03-2006 |
|
Una historia transmitida con mucho sentimiento, se siente la pena, el temor y el pánico del pequeño. Un vertiginoso final... ***** _LUNA_ |
|
| |
|
|
26-03-2006 |
|
me parece interesante tu propuesta aunque la minfancia deberia ser una fuente de inocencia y jolgorio
igual es bueno.
anakoz |
|
| |
|
|
23-03-2006 |
|
Pues me a dejado impactado, que historia tan vertiginosa y pobre muchachito, que tuvo que oir hablar de la muerte de manera tan cruda a tan temprana edad, esto grafica los momentos que quedan imborrables de las mentes cuando uno es niño, hechosque dejan a uno marcado hasta que se muere dividido entre grato e ingrato, lo felicito, una abrazo. Aramis |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Sss!, qué historia! muy fuerte, triste. Excelentemente narrado. Me quedé un poco triste, pero bueno, así es esto a veces. Saludos. mercusmevel |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Sucinta, escueta y suficiente la descripción del niño. Basta para hacerse una idea de su desolación de entrada. Y luego, el pánico de la muerte con su sombra, el silbo de los vientos atemorizadores, el miedo de la tarde, y el temblor de la muerte siempre a cuestas. azulada |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Que dolor, que duro, la infancia debiera ser templo de felicidad, eso en nuestras mentes, pues solo es antesala de la realidad que vivimos de adultos. excelente narracion, increible reflexion.
Mis felicitaciones fermina_daza |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Me asusta el después. Me asuta ese niño creciendo en la pubertad del miedo, ya nacido, y en el terror de una madurez que nunca quiso tan temprana.
Tu relato, fantasma de tiempos vividos y vívidos, lo arropa a uno en una niñez que nunca tuvo tu protagonista... !Tan común en nuestros espacios latinos!.
Tu narración impecbale y profunda. Exactamente como es mi gusto.
Gracias por traerme a ella.
Un abrazo de: rodrigo |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
El fondo de tus textos traen siempre un algo más que lo que entregan las líneas...hoy nos regalas con un rostro que apela a la ternura, a contemplar la inocencia que se rompe y estalla en pedazos para quedarse titilando en el firmamento para siempre, eternamente y decirnos que en Chile hubo fusilados, abusos, terror y entonces uno se vuelve el niño y se acurruca en los brazos de las madres que se han ido, se acomoda por ahí y camina por la vida que nos fue arrancada y siento la cara sucia y siento el mismo miedo que reinaba no hace tantos siglos. Ay hermano y compañero, te convoco, te reto a no olvidarlo, ni perdón ni olvido. Tal vez caminemos eternamente con una piedra en la mano para decirles a los ladrones y asesinos de ilusiones que la historia se escribe desde aquí, desde la magia que lleva el que hace historias y versos. Estrellas vienen volando. FaTaMoRgAnA |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
en estas vidas todo ocurre circunstancialmente, llegan a la vida, casi sin querer, nadie los cuida, viven? solo respiran, son gerontes de 5 años, tienen el corazon curtido, el alma dolida, no saben reir, solo tienen una mueca en sus caras, asi es la triste realidad de sus dias***** buglione-escritora |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Tijuana BCN Marzo006. Cao.
Tendria que inventar palabras que ayuden a describir la sencibilidad de tus lineas.
Nada mas tierno que la infancia, nada mas terrible que perder la inocencia.
Y tu, de la mano nos llevas a tu mundo, nuestro entorno, describiendo con miradas nuevas lo que de comun nos parece invisible.
Te felicito y admiro. Andrea Gpe. AndreaGpe |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Hermoso cuento tanto en su narraciòn como en su temàtica. Real y sensible a la vez, un triste final, un homenaje para ese niño tan nuestro. Felicitaciones y 5*.
Te invito a leer "a una pequeña". Saludos. morin |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Un cuento sensible, una narración propia de ti. Ternura de niño, el de tu relato despertó de un suácate anemona |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Doloroso relato de una historia de las que se agolpan en las esquinas de las ciudades. Gracias por invitarme a su lectura. Un abrazo. lilianazwe |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
Doloroso relato de una historia de las que se agolpan en las esquinas de las ciudades. Gracias por invitarme a su lectura. Un abrazo. lilianazwe |
|
| |
|
|
22-03-2006 |
|
La piel se eriza, el alma enrarecida no permite palabras. Un niño / los niños / la calle / la pobreza / un presente incierto y esa muerte que acecha en cada instante. A la intemperie, abandono y desolación. Ah... ¡cuánta impotencia! hermano, ¡cuánta! A desflor, a destiempo. Has narrado magistralmente un tema de gran sensibilidad. Las estrellas todas iluminando esa vía. Shou |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
concha compañero de cuentos, nunca la había visto así y eso que la he visto de tantas formas, pero, a los ojos de esa cara deslavada se ve mas dura y temida, por ello compa, debe ser como le canta el Victor al Luchin... abramos todas las jaulas pa que vuelen como pájaros, con la pelota de trapo, con el gato y como el perro/ por que hay niños como luchin que comen tierra y gusanos.
con los mocos colgando, pero, digno tu amigo de cara deslavada, que importan un par de dientes si hay que defender la posición a como de lugar, pero, la muerte en el dirigente sin ojos, muy demasiado duro.
Gracias por compartir ***** curiche |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
Me has enredado en palabras hechas realidad en mi cabeza, ha dolido, he sentido cada palabra que narraste aquí, hay veces que no nos damos cuenta y dañamos a pequeños que no tienen culpa, excelente me gustó mucho tu manera de expresarte. Saludos y Un Gusto, te has Ganado una Lectora. Karlina |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
Me hace llorar, Cao, llorar...El abuso a quien, le ha caído como toda la desgracia junta, y aún sabe que hay que callar, guardar silencio, responsable con la madre, y busca en el camión el olvido de lo nunca se podrá olvidar. Pues me has hecho llorar ¿He comprendido tu texto o son los otros? Te ruego que me respondas. Es una excelente denuncia, amigo Cao. La crueldad no tiene edad, ni género, ni nacionalidad, ni raza ni ideología, es eso... maravillas |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
o.o !Ou¡ el final ... !uy¡... uno quisiera meterse al texto y cambiarlo por que duele y se duele en sí mismo... y vaya... ¿ya qué te digo? sabes que eres mi niño consentido en prosa... Excelente Cao. (me gusta en especial el título) ;) amayrany |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
Magistral!!!!
"De ahí en más el pánico se lo comió. Le tuvo miedo a la sombra que se formó debajo de los roqueríos. Le tuvo miedo al silbido agudo del viento en el crepúsculo. Su cuerpecito se tuvo que acomodar a este nuevo sentimiento"
Este texto llega al alma.
edith23 |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
Excelentemente narrado, nos encantó a la Zoa y a mi, por las grandes descripciones y la gran historia ¿qué tiene la muerte qué es lo único seguro en la vida y aun nos asusta? las imágenes del niño insuperables burbuja |
|
| |
|
|
21-03-2006 |
|
Mucha sensibilidad y narrativa superior. Me ha encantado esta miniatura primorosa.***** graju |
|
| |
|
|
20-03-2006 |
|
Hermoso!!!***** Ciiara |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|
|