"A veces necesito que el tren se descarrile
y que todo termine"


Cuando te conocí, recuerdo que no me llamaste la atención; ni siquiera recordaba tus ojos, luego salimos y fui conociendote mas y me ganaste a las corridas, ya no me importaba lo demás. Te acuerdas aquellas noches bajo la luna en el parque jugando a los locos alejados de todo y de todos, encontramos una manera de dejarnos llevar, no era tan difícil soñar. Me acuerdo como me empezaste a gustar, ya no lo podía negar, necesitaba verte más y más, no fue tan difícil empezarte a extrañar.

El tiempo se encargó de hacerme arriesgar, a respirar lo suficientemente cerca de ti y esa era una noxe más; el cielo oscuro lleno de historias sin terminar y había que empezar a empacar la vida que dejamos atrás.

Recuerdo los momentos en que me asustaba perderte y en los que miraba el mismo cielo, esperando una estrella fugaz deseando que no te alejaras más. Ha pasado más de un año desde que decidiste partir de nuestro cielo, se nos hizo tarde para coger el tren y nuestras direcciones se separaron, aprendimos a llorar y a olvidar.

No hay cartas, ni fotos que cuenten nuestra historia, los recuerdos son rostros que se desvanecen bajo las estrellas y cambian con el viento formando nuestro propio universo. Nos cortamos las alas para no poder escapar, pero aprendimos a caminar sin mirar atrás.

Ahora cada uno mira sus propias constelaciones y forma sus propios recuerdos, a veces se hace tarde para esa taza de café suspendida en el tiempo, es bueno saber que los recuerdos se guardan en cajas bajo la cama, esperando alguna tarde de invierno que invite a la nostalgia y podamos recordar..cómo nos fuimos a encontrar?