Y si no existiera tu verías, y si miraras yo existiría.
Y en cada respiro te exhalaría, y en cada aliento me moriría. Y en cada suspiro te recordaría, y en cada recuerdo te odiaría, y en cada recuerdo me enamorarías.
Y en cada amor uno se ve enfermo, y en cada odio se ve guerrero.
Y en cada reacción, la cobardía, y en cada cobardía, el recelo.
Y a cada paso me estimularía, y en cada estimulo te abrazaría, y en cada abrazo cada beso, y en cada beso acariciaría tu pelo, y después de tu pelo tus senos, y después me despertaría.
Y en el despertar seguiría durmiendo, y después del descanso, el recuerdo.
Y después de recordarte me dormiría, y en el ensueño te nombraría, y en tu nombre yo me enterraría. Y desde el entierro yo me despediría.
Y en el Adiós, te sentiría, y al sentirte me escaparía, y al escaparme te seguiría.
Y al seguirte te tocaría, y al tocarte me tocarías, y al tocarnos nos entrometería nuevamente ese sabor amargo de la despedida.
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