Y dejas todo aquí. No abandonas, solo pausas. Pausas todas tus relaciones, todas tus experiencias, toda tu vida. En realidad eso deseas tú, porque sabes que las cosas cambiarán para tu regreso. ¿Te pesan las lágrimas, verdad? A ellos les pesan más, ¿Quiénes son ellos? Lo revelarás a tu vuelta, serán aquellos que aún sigan ahí, los que te esperaron, los que permanecieron, los que te recordaron. Estarán allí, parados detrás de una valla en un inmenso lugar con un ensordecedor ruido a motores. Y es la mejor oportunidad para que aquellos de quienes desconfiaste alguna vez, exterioricen su consideración por ti. O su amor. Quienes son familia, quienes son amigos, quien es tu amor, ahí, y en ese momento: el momento perfecto.
Los fieles perseveran por a quienes son fieles. No se resignan nunca en la espera. Si no, no son fieles.
¿Quiénes estarán allí ese día? Considéralo, porque quienes crees que no estarán allí ese día, no son dignos de tu amistad, ni de tu amor, ni de tu aprecio.