me enamoré de todos mis amigos,
no cogí con ninguno.

con Lisandro laburábamos juntos
en el diario que me mostró lo despiadado
del oficio en tiempos del Tío Sam
yo lloraba bajo la siesta del árbol
de la funeraria de enfrente.
él me convidó mentitas
y me limpió los mocos
con un par de chistes tontos.

en la fiesta aniversario
de ese mismo matutino,
llena de autoridades poco autorizadas,
con Nacho nos escapamos al sube y baja
y pasamos las horas cantándonos
punks para corazones sensibles
y él es gay, y se notaba,
pero mi pollera a lunares igual se le enamoró.

Lucas llegó al bar pedaleando su cresta,
los libros propios hamacándose
en una bolsa de supermercado.
(¿cómo no me iba a enamorar?)
el pesimista más disimuladamente
esperazando
que haya conocido.
además, medio anarco.

dos años me masticó la cabeza
cual manzana , pa usar la imagen fácil,
Gusano. alias michelini,
tiempos universitarios.
y a él le gusta usar palabras
como cual, por eso la puse.
me alié no más
y bueh, de este también me enamoré.

este es uno de importación:
siempre están diciéndole Croata de aquí
Croata de allá. en el haber:
algún tiempo de cerveza juntos,
en Asunción caminamos,
el happy hour nos dio siempre más que dos.
y de los pelos que le faltan, yo me enamoré.

el Rial de la historia me cuenta
por teléfono sobre los napoleones,
sobre los gatitos enfermos que sacrificó
pa que no sufran, dice.
anda con su mochila roja corazón sangrante
a cuestas. siempre se quiere ir.
yo guardo su foto carnét en un libro que amo.

miles de suspiros me va a costar
convencerlo de sus talentos,
miles de noches que valen la pena y la alegría.
Chucrut se quedó a dormir en casa
y charlamos de ovnis y campamentos.
cuando parecía que besos borrachos
iban a llegar; apareció la chica.
y me puse contenta.

sus palabras me excitan,
coger sería una redundancia.
estirando la plastilina de los brazos
nos hacemos cosquillas en los dedos
con el puente de por medio.
que Milton lo diga en voz alta pa no olvidarse:
rocío se enamoró de mi.

hay dos que son el combo perfecto
pa días de mimos al corazón:
Jose y Chin llevan inventario preciso
de cada una de mis tiernas vergüenzas.
desde los siete años hasta hoy,
crecimos pa arriba y pa los costados.
en algún rincón todavía guardo un diario íntimo que da cuenta:
entre los 9 y los 11, me enamoré de ambos unas 4 veces al mes.

este se hace el gagá pa pasarla bomba
y que sus sarcasmos acaben siendo plumitas rosadas.
putea y putea contra los empleados públicos,
militante intransigente en la causa de que
no sea el mundo quien lo cambie a él, sino al vesre.
37 años viviendo en el Chaco, todavía dice fulbo.
y sí: es mi viejo. y es mi amigo, claro está.