Mercenario, mataste en mí el amor la ilusión, las ganas. Cruel, reíste ante mi lágrima y te burlaste de mí, así como si nada. Tirano, duermes con la muerte un fantasma te acompaña. Impío ¿tienes corazón? ¡corre! Llega la guadaña.
Texto agregado el 18-03-2006, y leído por 120 visitantes. (0 votos)