Ojos marrones nubes disparadas
a toda velocidad labios que muerden minerales
por las espaldas que se abren manos al temblor
de una tormenta alrededor
de un ombligo heliconus melpomene abre sus alas
cabellera flotando en el agua luna que se embulle
tras las islas dientes que aprieta la carne roja
amarillos sonidos de un tren
arrastrando coronas como mil mariposas
que se queman cielo blanco grito
sordo nube inmóvil pez detenido en una gota de sudor
que inunda la ciudad los labios que cierran
una sombra un ruido ojo del torbellino
de alas labios secos nubarrones
cuerpo blanco espejos paradero de pájaros
que gira girasol
de carne o cielo de verde
caballos que se duermen con el amante
en una habitación sin puertas en el centro
de una isla hotel que atienden
por cucarachas detrás de un florero roto allá
afuera que me hase el viento girar
en la rosa como una puta roja en la plaza