Ha decidido salir, quiere ver ese mundo del cual se privó a los 15 años, por fin se atreve a reconocer que había estado soñando por mucho tiempo. Jamás pensé ver algo así, sobre todo, porque en la escena que presencie hoy no logro encontrar algo especial, pero en mi algo pasaba, de algún modo mi cuerpo estaba estremecido, y él verlo me decía que algo sucedería, algo que asta entonces se me ocultaba. Sobre esa gran y antigua mesa estaba sentado, con la cabeza inclinada y las manos apoyadas en ella. Ésta maravilla de roble parecía recibir toda su rabia (¿habrá sido realmente rabia? ¿Habrá estado enojado? ¿Ó era que para mí todo era rabia, pena y dolor?), también parecía recibir toda su energía, toda su locura. Yo también la podía sentir, como si su alma estuviese junto a la mía, como si hubiese estado dentro de mí…, como si fuésemos la misma persona. Sentía la necesidad de acercarme, pero ¿cómo hacerlo? Debía ser cauteloso, debía ir muy sigiloso, tratando que él no lo notase; pero pude sentir una tercera presencia, lo que altero mi marcha, mas sé que él también la sintió. De repente levantó sus manos de la mesa, sus venas prontas ha estallar, y la sangre que pasaba por ellas parecía hervir. Levantó la cabeza, miro un punto fijamente, aunque no creo que haya estado mirando algo, debió estar mirando el vacío, ese bello lugar donde puedes mirar todo lo que esta frente a ti, pero sin ver nada, saber que todo esta allí, sin saber nada. Así transcurrieron largos minutos, cuando, muy veloz, giró la cabeza, por fin sus labios se abrieron y dijo: — ¡Loco! — yo miraba sin entender, y él repitió — ¡loco, yo loco! Sin darme cuenta cómo, él ya estaba de pie en el suelo, enseñándome este bello monólogo. Caminó por la casa hablando solo o ¿discutiendo con alguien que no estaba allí? No lo sé, pero es así como prosiguió. — Todos dicen que estoy loco, y ellos ¿no tendrán nadie que les diga como son? No, no, ellos no tienen a nadie que les muestre sus defectos o virtudes, nadie que los ame, nadie que los odien... ¿Por qué se esfuerzan en buscar sus defectos en los demás? ¿Será para que nosotros no los encontremos en ellos? ¿Será ésta su fortaleza, llamar locos a quienes pueden más que ellos, a quienes piensan diferente, a quienes les es difícil mentir, a quienes no crean enfermedades para cuando quieren descansar, o a quienes son realmente puros, tan puros que en todo ven pureza? Pero, ¿Qué es la locura? Yo no lo sé, para mí todos somos locos, todos somos cuerdos, pero según un grupo de personas, en donde todos están realmente locos (les recuerdo que todos somos locos, así que no se sientan mal quienes dieron este significado) la locura es la “privación del juicio o del uso de la razón”, pero también es lo ”extraordinario, fuera de lo común” y loco es “quien ha perdido la razón, de poco juicio, disparatado e imprudente”. “De poco juicio… imprudente” — repitió, luego hizo una pausa, respiró profundo, siguió — …y ¿quién tiene juicio para juzgar quién tiene juicio? ¿Quién es tan prudente para decirle a alguien que es imprudente sin caer en la imprudencia? ¿No han sido los grandes pensadores y todos los genios considerados alguna vez locos? ¿Seré un nuevo genio o un gran pesador? ¿No dicen que cada 1.000 años nace uno? Tengo que sacar la cuanta, pero ¿cuándo nació el último? …mmm… No, no lo sé, pero que más da, no vale la pena sacar la cuenta, los números son para las calculadoras, computadoras, algunos aburridos y los grandes genios matemáticos, y yo, yo no lo soy, yo sé porque dicen que estoy loco. Yo sé el porqué de que me digan loco, ¡Yo lo sé! — gritó hasta caer rendido sobre el sofá, solo aquí me pude acercar. Me siguió esa tercera persona, a la que yo antes había sentido, a la cual he decidido llamar Arthur; pero preferí no mirar atrás. Cuando llegué hasta el loco mire su rostro, (ya no recuerdo como es) y vi mucho amor, mucha tristeza, mucha alegría, pero no vi odio, ¿será que él no lo conoce?, en su lugar había mucha pureza, tanto es así que temí que dañasen la inocencia de este gran ser, mas, sobre todo lo anterior vi cansancio, seguramente estaba cansado de todo, cansado de ser tan bueno, ser tan puro, y saber que esta pureza se acabaría, ya que el mundo no esta preparado para seres así, y esto solo le traería penas.En él había tanto cansancio que me hizo sentir mucho sueño, camine sin saber como hasta un cuarto, bostecé y, al igual que el loco caí rendido.