Un lienzo en blanco, una paleta descolorida, nada de pinceles solo los dedos.
Una melodía delicada de fondo, triste...
Intento retratarte, que mis dedos se ensucien. Palpo la textura fría de la pintura, acaricio el lienzo. Nace, surge tu rostro. Arremeto con mas fuerza, me centro en tu mirada, me miras. Logro llegar a tu torso, me detengo. Mi creación tuya, me esta mirando, me miras tu dentro mío. Mis manos lo han querido asi.
Estoy bañada de grises oscuros, marrones, mis manos no se detienen. No puedo evitar que se me inunden los ojos, y lo tuyos están tan claros...
Me alejo para contemplarte, recuerdo en ese momento que tenia colores vivos en alguna parte. Los busco, los encuentro, ataco nuevamente contra esa mirada que me mira pero no me ve. O me ve, pero de otra manera.
Coloreo muy suavemente. De fondo color amanecer, abrazados. Mezclo un poco de palabras dulces con chocolate blanco debajo de la almohada. Fundo una pizca de manos calientes a lo largo de mi espalda, y aplico el color puro de tu sonrisa. Tu torso queda revestido de besos con sabor a fruta madura, y en tu pecho...me creo a mi misma. Porque se que es allí donde me guardas desde el día que, como gaviota libre, llego tu hora de volar.
Nada de grises, amor...mi obra quedo concluida.
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