Este veneno que recorre mis venas, sin siquiera saber como entro en ellas, que carcome cada celula de mi cuerpo y a la vez cada particula de mi alma, si es que ella todavia habita en este calabozo del cual no puedo escapar, no por ahora.
Aire contaminado de desilución, de frustación, es esta la atmosfera que me envuelve, donde nadie escucha el grito mudo de mi ser, porque nunca ha salido de mis labios, no hay aliento con que pronunicarlo, no en esta dimensión, tal vez retumbe en la otra, aquella a donde van los lamentos y las penas, cuando ya no tienen lugar aca.
Quisiera dejar de caminar por el valle de sombras, estrangular ese dolor que desgarra mis entrañas, esa impotencia de no logar calmar esa rabia de tener entre las manos mis sueños como cristales rotos que se entierran en mis puños cuando con fuerza los cierro para no dejarlos de sentir mios, rotos pero mios.
Hastio en cada respiro, palabras que salen de un torbellino, confusión de ideas que una en otra se entrelazan, para dejarme incomunicada.
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