¿Podía ser posible?

Al parecer si, mis manos estaban manchadas de sangre y un cadáver rociado de rojo yacía tiernamente tendido en el salón. Había matado a la persona que mas amaba en este mundo, siempre era el mismo sentimiento entre culpa y satisfacción, de momento no sabia que hacer pero cerré mis ojos y me deje llevar por mi instinto.

Tenia que ocultar el cadáver, lo tome por un tobillo pero antes me di el tiempo para mirarlo: Se veía tan cómodo tendido en el suelo, parecía estar arropándose......durmiendo, pero no era así pues si cara estaba teñida de rojo. Lo arrastre sigilosamente y por algún extraño motivo lo hice con cuidado, para no lastimarlo. Lo enrolle en una alfombre y bese sus fríos labios tratando de darle un ultimo respiro ,un ultimo aliento para que me hablara y me dijera que me amaba, pero ya no.

Lo deje en el sótano y encendí un cigarrillo, era otro mas, ya llegaría otro.