Tu niña preciosa, desdichada eres
inocencia perdida, ojos que mueren
tú, cuerpo inerte y sin vida, pereces.
Las alas del negro viento te mecen,
entre el cielo y sueños multicolores;
flores de luz... de tus cenizas crecen.
Cae sobre mí tu fría oscuridad,
vivir muriendo, por la eternidad.
Texto agregado el 03-12-2003, y leído por 164
visitantes. (2 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login