Solo, vago, residuos del gris matinal,
húmedos viajan tus ojos por el infinito camino ideal.
Te odio, dejas un halo de angustia. Tu boca.
Rechazo mirarte, renuncio a tu dolor.
Murallas dividen nuestros cuerpos
ladrillos en mi mano, cemento en las tuyas
mírate…¿me ves?
Tú no estás en mí, estás sin verte, no estás.
¿Qué hiciste con el gran taladro con el que hacíamos agujeros en la pared
sólo para mirarnos?
Las líneas cortadas me atan las manos.
No te busco, ni pienso encontrarte.
Te perdiste en ti misma, te esfumaste en la nada.
Sólo eres espejo, reflejo, agua contaminada,
mis ojos brillan,
el agua los inunda,
maldita contaminación
no me hagas llorar.